ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.
Porfirio Muños Ledo juró y perjuró, desde el viernes, que él había ganado y que iría el lunes al edificio de Morena a tomar posesión de la presidencia, a pesar de haber signado – como los hicieron el resto de candidatos- proceso y los procedimientos que habían diseñado el INE, las encuestadores y los expertos que fueron convocado para el efecto. En efecto la amenaza y la convocatoria Ledista circuló profusamente: la cita fue a las doce horas en Chihuahua 216, Col. Roma Norte, Delegación Cuauhtémoc.
Ante el traspiés de Porfirio no hubo instancias mediadoras o simplemente voces que le dijeran “hijo no vayas al baile”.Y como se fue con todo, sus adversarios que tampoco son unas peritas en dulce, transportaron -del verbo acarrear- a más de un centenar de mujeres que a gritos y a sombrerazos evitaron la “Toma del Palacio de Invierno”, por don Porfirio, ademas que en esta reyerta le dijeron hasta de qué se iba a morir, no sin acusarlo de acoso sexual, a pesar de frisa los 86 años…
SE ACUSAN DE CABALLAZOS PERO TRAEN SANGRE EN LAS ANCAS.
Pero la relación amigo enemigo, que definió Carl Schemitt como el sello de la política, aplicable quizá para los tiempos en los jerarcas asumían el poder para toda la vida, más no válida en las democracias donde los actores políticos, regidos por leyes e instituciones, porque ellos ganan y pierden las contiendas político/electorales. Pero tal vez está bárbara noción de la política volvió por sus fueros en esta contienda divide aún más a los morenistas. Y aunque creo que no llegara la sangre río, sus decisiones son profundamente ilegales: Porfirio por declarar se ganador, como la que llevo a efecto Mario Delgado; al amontonar a mujeres para que don Porfirio no tomara posesión.
Ambos contendientes le creen menos a las leyes y sus as instituciones, que a sus sus peligrosos e ilegales políticas de fuerza, y eso a pesar de que el INE, las encuestadoras y los expertos hayan explicado, desde el viernes, que hubo un empate técnico entre Porfirio y Mario Delgado, y que por ello aplicarían una tercera encuesta para definir quién de los dos se quedaría con la presidencia del partido. Cuidado, mucho cuidado, porque los ganadores y perdedores en esta contienda no son Porfirio Muñoz Ledo ni Mario Delgado, sino Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y en un descuido Ricardo Monreal, y en un nivel inferior sus redes de prospectos para las gubernaturas, la cámara de diputados y algunas presidencias municipales importantes. Por cierto influyentes actores andan tan campantes como si nada estuviera pasando.
LOS SALDOS DEL LUNES Y EL VIERNES SOBRE EL ZIPIZAPE MORENO.
La nueva novedad, si aceptamos que que existe una nueva normalidad, que muchos sectores de morena solicitando que haya un diálogo entre Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, aunque ya el primero de pidió al INE que a la puesta en marcha de la tercera encuesta, mientras el segundo sigue “montado en su macho” de que ya es el dirigente de Morena. Y alrededor de esta iniciativa se tejen un sinfín de rumores, a cuál más tenido supinas descalificaciones, por ejemplo de que Muñoz Ledo desde la la presidencia del partido traicionara a López Obrador. O en su defecto: Qué Mario Delgado en un diputado que ha corrompido López Obrador.
El trabajo de mediación que se proponen es para evitar mayormente la polarización de Morena, y por supuesto lo está impulsando Ramírez Cuellar, este dirigente interino es parte de un grupo que está en la pelea. Valdría la pena que fuera una comisión influyente de Morena al margen de los grupos en pugna para que dialoguen con ellos. También podría hacerlo López Obrador, aunque públicamente a dicho que no lo hará porque él tiene otras tareas más importantes por el rango que ocupa. O bien que la convocatoria a hagan los directamente implicados: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. Les pido disculpas a mis lectores. Ayer cometí un concierto de arbitrariedades ortográficas y sintácticas. no me volverán a ocurrir,