*Francisco arremetió en un sermón contra aquellos católicos que «llevan una doble vida» que representan un escándalo para la iglesia.
El Papa Francisco lanzó una dura crítica a los miembros de su propia iglesia al sugerir que es mejor ser ateo que uno de los muchos católicos que él cree llevan una doble vida.
«Hay aquellos que dicen, ‘soy muy católico, siempre voy a misa, pertenezco a esta y otra asociación'», afirmó el sumo pontífice en un sermón en su residencia de Santa Marta, cuya transcripción fue publicada por Radio Vaticano.
Agregó que estas personas deberían afirmar «mi vida no es cristiana, no le pago a mis empleados salarios apropiados, los exploto, hago negocios sucios, lavo dinero, (llevo) una doble vida».
«Hay muchos católicos que son así y son un escándalo», aseveró. «Cuántas veces hemos escuchado a la gente decir ‘si esa persona es católica es mejor ser ateo'».
No es la primera vez que el Papa arremete contra su feligresía por lo que califica de doble moral. Además ha condenado la pedofilia cometida por sacerdotes e incluso se ha referido a la máxima jerarquía eclesiástica, los cardenales, como miembros de un principado que ha perdido de vista las necesidades sociales de la gente.
Autocrítica
El sumo pontífice, el primero que viene de la congregación jesuita, también ha defendido los valores cristianos a través de ecumenismo, es decir, el respeto hacia otras religiones que creen en un solo Dios, y también ha mostrado su tolerancia hacia personas que no tienen creencias religiosas al afirmar que un ateo también es gente buena.
En 2013 habló del tema al afirmar que el cielo está abierto potencialmente a todas las personas de bien.
«El señor nos ha salvado a todos, a todos nosotros con la sangre de Cristo, a todos, no solo los católicos, Todos», dijo el papa en una misa: «‘¿Padre y los ateos?’, incluso los ateos, ¡Todos!».
El Papa también ha dado muestras de tolerancia y de autocrítica al afirmar en el pasado que su iglesia no solo debería disculparse con los homosexuales que ha ofendido, sino también «con los pobres, las mujeres explotadas».
«Pensemos en esto», dijo el Papa para cerrar sus comentarios de este jueves. «Tomemos ventaja de la palabra del señor y recordar que en esto el señor es muy severo, el escándalo destruye».
El pasado mes de enero Francisco habló de política en una entrevista publicada por el diario español El País dos días después de que Donald Trump asumiera el cargo.
Alertó, entre muchos temas de actualidad, sobre los riesgos del populismo, recordando el caso de la Alemania nazi y el ascenso de Adolfo Hitler porque «en momentos de crisis no funciona el discernimiento».
El pontífice católico refirió que en el año 1933, en medio de una severa crisis, «Alemania destrozada, busca levantarse, busca su identidad, busca un líder, alguien que le devuelva la identidad» y encuentra a Hitler. «Y toda Alemania vota a Hitler. Hitler no robó el poder, fue votado por su pueblo y después destruyó a su pueblo. Ese es el peligro».
Consultado sobre sus expectativas ante el nuevo gobierno de Estados Unidos en poder de Donald Trump, Francisco optó por la prudencia y esperar que ocurran acciones concretas.
«Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra. Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa. Siempre lo concreto«, dijo.