*A doña Angélica le bajó el azúcar
*Mucha fibra para la flora intestinal
El nopal, identificado con la pobreza mexicana, por ser un alimento ancestral desde los mexicas y aztecas y muy poco conocido en los estados norteños, como Sinaloa, a pesar de tener 500 años de existencia y de estar hasta en la Bandera Nacional, como parte de nuestra historia y cultura, hoy es uno de los alimentos más buscados por su sabrosura y por tener muchas propiedades para la salud de los mexicanos.
Doña Angélica, una humilde revendedora del nopal en bolsas con pencas o cocido, como usted lo prefiera, a las afueras del histórico mercado “José María Pino Suárez” de Mazatlán, nos habla de algunas ricas comidas que se pueden preparar con este alimento, con mucha fibra que ayuda a la flora intestinal, desde un sencillo platillo de huevos revueltos con nopales, frijoles y queso por un lado y, desde luego si es posible, unas tortillas hechas a mano.
Dice que se pueden hacer tortillas y hasta tortitas de nopales y ahora para la Cuaresma hasta combinar los pequeños trozos, en cuadritos, con pescado al gusto. Hay quienes asan la penca y arriba le ponen también carne asada y bañada con una salsa verde o roja…¡uufff para chuparse los dedos!.
Pero también el nopal es medicinal y con múltiples beneficios a la salud. Nos ofrece propiedades curativas para cicatrizar heridas, la diabetes y control del colesterol, triglicéridos y la glucosa en la sangre; también aporta vitaminas y minerales, es un antioxidante natural; ayuda al sistema nervioso, inmunitario, circulatorio, digestivo y respiratorio.
Doña Angélica vende las bosas muy baratas: seis pencas por 10 pesos, también cocido en el mismo precio. Un nopal cortado se oxida o se echa a perder a más tardar en tres días, aunque cocido y refrigerado dura mucho tiempo.