ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.
Después de que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya incluyera la frase: “El etnocidio puede tener un giro positivo”, las autoridades de FONATUR aseguraron que se trata de un error de redacción y señalaron que es una frase desafortunada, porque el etnocidio puede ser económico o cultural, especialmente cuando se pretende desaparecer a las minorías étnicas. Esta destrucción se genera en nombre de la unidad nacional, el progreso y el desarrollo”, dice el documento público. (SinEmbargo. 24/06/ 2020)
Y una vez que dieron esté traspiés, como si el horno estuviera para bollos, las autoridades pretendieron rectificar el entuerto: “Reconocemos que es una oración desafortunada y aclaramos que es un error de redacción. “La frase debe decir ‘El etnocidio tiene un opuesto positivo, el etnodesarrollo…’”, compartió la cuenta oficial del Tren Maya luego de que en redes sociales circulara el fragmento de la Manifestación de Impacto Ambiental (idem). Pero esta rectificación no viene a cuento, pues simplemente hubieran puesto el concepto que correspondía en lugar de etnocidio, que era ni más ni menos etnodesarrollo.
PÁSELE DON SEGISMUNDO FREUD.
Pero este pequeño error de redacción es más que un simple problema de redacción, es un acto fallido: Los actos fallidos son acciones defectuosas debido a la interferencia de algún deseo, conflicto o cadena de pensamientos inconscientes. Los actos fallidos pueden ser lapsus de la lengua o de la pluma, o también “meteduras de pata” motivadas por algún deseo o pensamiento inconscientes no controlado. Freud fue el que acuñó el término de Fehlleistung para designar toda clase de errores o procesos mentales inconscientes que se dan incluso en personas sanas: lapsus linguae, errores de lectura, errores de escritura, errores de la acción, extravíos (Freud Dixit)
El acto fallido es una especie de traición que nos hace el inconsciente haciéndonos decir o escribir lo que conscientemente no queríamos decir, es decir, revelando un deseo o intención inconscientes. El yo siempre puede disculparse, tras un acto fallido, diciendo que no era eso lo que quería decir. El superyo es una de las instancias de la personalidad, descrita por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico: su función es comparable a la de un juez o censor con respecto al yo. Freud considera la conciencia moral, la auto/observación, la formación de ideales, como funciones del superyo. Clásicamente el superyo se forma por interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales.(Idem)
LOS PENSAMIENTOS INCONSCIENTES DEL HACEDOR(RES) DEL MIA.
Seguramente cuando trabajaban en la confección del MIA, lo estaban haciendo bajo mucha presión, tanto porque sus convicciones personales a favor de los indígenas como por el cúmulo de litigios que los indígenas -los presuntos beneficiarios- tienen en los tribunales contra la construcción de ese “caballo de acero”, y ya han ganado por lo menos tres fallos a su favor diversos jueces. Este tipo de actos fallidos son muy común en algunos intelectuales que venden su fuerza de trabajo como tinterillos al servicio del poder, tal vez porque primero es comer que ser cristiano. Por lo demás al mismo Octavio Paz le costó un ojo de la cara tratar de conciliar la modernidad con la tradición.
Seguramente el que o los que manufacturaron el documento, antes de estregárselo a sus mecenas, lo leyeron mil veces, lo releyeron otras mil, seguramente mejoraron su sintaxis y quitaron alguna mosca de sus líneas, puede ser que hasta se hayan retratado leyendo en el documento y… pero no pudieron encontrar el error, un pequeño error que concierte en basura el documento, ese pequeño error de llama etnocidio, concepto que convirtió al MIA en un gato con los pies de trapo y los ojos al revés, porque como dice una cosa dice otra. Pero no fue responsabilidad de él o de ellos, es culpa de nuestro aparato psíquico que posee, según Freud, tres instancias que se arañan, se muerde y se juegan bromas muy pesadas, para no decir menos feo.