Tal día como hoy hace 63 años, Walter Elias Disney, más conocido como Walt Disney, muere por un cáncer de pulmón, dejando detrás un legado que dura hasta nuestros días.
EUA. Seguramente no exista persona en el mundo entero que no sepa quien o que es Walt Disney. Hoy en día casi todos logran ponerle cara al creador que hay detrás del imperio de animación que enganchó a niños y no tan niños de todos los rincones del planeta a comienzos del siglo XX. Walter Elias Disney es el verdadero nombre del hombre que creó la empresa líder del cine de animación. Un bigote muy bien cuidado y una foto en blanco y negro suele venir a la cabeza cuando nos referimos a nuestro protagonista.
Walt Disney nació en Chicago, EE.UU, en 1901. Fue dibujante, productor, guionista, animador y figura icónica dentro de la industria del entretenimiento, gracias a sus numerosas aportaciones. De él surgieron dos de las figuras de dibujos animados más reconocidas mundialmente, como son el pato Donald y el ratón Mickey. A éste último le puso voz el mismo Walt Disney en los primeros años. El 18 de noviembre de 1928 sería la fecha del debut de Mickey Mouse.
No sería hasta 1938 cuando Walt Disney Productions, empresa que había creado con su hermano Roy, comenzó a hacerse un hueco en la historia. Primero fue con el estreno de Blancanieves en 1938, el primer largometraje animado que utilizó el color y que se convirtió en la cinta más taquillera de ese año, con ingresos superiores a 8 millones de dolares en su estreno.
Años más tarde, en 1955, se abriría el primer parque Disney, en California, al que seguiría Disneyworld en Orlando. La factoría seguía y seguía produciendo, mezclando películas con actores reales y películas de animación. Vieron la luz obras como Mary poppins, Robin Hood, Aladdin, El Rey León… Todo esto hizo que Walt Disney sea la persona con más galardones recibidos por la Academia de Cine. Veintidós han sido los Óscar con los que ha sido galardonado Disney de un total de 59 nominaciones.
Disney contra sus trabajadores
Puede parecer que todo eran sonrisas y alegría en el mundo de Disney. Cientos de historias animadas, protagonizadas por personajes que todos recordamos y frases que marcaron un antes y un después en la infancia de millones de niños. Los parques de atracciones construidos se presentaban como un lugar de ensueño en el que las familias americanas podían pasar el día, alejados de la ciudad y sus problemas.
Sin embargo, Walt Disney no podría haber logrado todo esto solo. Necesitaba ayuda de otras personas. Como en todas las grandes empresas, porque sí, Walt Disney no deja de ser una empresa que buscaba y busca el beneficio económico, es necesaria la cooperación para sacar adelante un proyecto de tales dimensiones. Cientos de caricaturistas trabajaban de sol a sol para hacer los grandes clásicos que conocemos ahora. El problema reside en que Disney destacaba por tratar no demasiado bien a sus empleados.
El éxito cosechado por el lanzamiento de Blancanieves supuso un gran auge económico para la empresa que vio multiplicado por ocho la inversión que habían realizado previamente. Todos aplaudían los buenos tiempos que estaban por llegar y que nunca llegaron.
Walt Disney ejercía un fuerte control sobre sus empleados, tanto que les prohibía dejarse bigote o barba (algunos afirman que era para no quitar presencia al propio Walt). Tampoco les aumentó el salario prometido, a pesar de que la recaudación de Blancanieves daba para hacerlo de manera solventada. Sería, sin embargo, un detalle en esta película el que terminó por desencadenar una ola de protestas contra el creador de Mickey Mouse.
Al término de la citada película, muchos de los que participaron en su desarrollo vieron como sus nombres ni siquiera aparecían en los créditos finales por orden expresa de Walt Disney. La gota que colmó el vaso. Así para 1941, los trabajadores se agruparon en torno al Screen Cartoonist Guild, organismo perseguido por Disney, y que luchaba por los derechos de sus trabajadores. De esta forma, los guionistas decidieron ir a la huelga.
Por miedo a perder todo lo logrado hasta entonces, Walt Disney decidió reunirse con los responsables sindicales para llegar a un acuerdo. A regañadientes aumento el salario de sus empleados, aunque varios de ellos fueron despedidos.
Disney, la máquina de espionaje y propaganda durante y después de la guerra
Walt Disney mostró fuertemente su apoyo a la intervención de Estados Unidos en la guerra que se estaba librando en Europa. El empresario sería reclutado por el ejército norteamericano con la intención de que justificase la entrada del país norteamericano en la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era claro: contar a través de sus películas la necesidad imperiosa de participar en el conflicto y de salir airoso del mismo. Pero no solo cumplía con una función de propaganda, sino que Disney aprovecho esta oportunidad para limpiar su imagen.
Corrían rumores en aquellos tiempos de que Walt Disney guardaba cierta empatía con los regímenes fascistas de comienzos del siglo XX. Por ello, Disney encargó la producción de “Education for Death”, “Der Fuehrer`s Face” y “Victory Through Air” para convencer a la sociedad de que era necesario entrar en la guerra contra los “malos”, los estados fascistas.
Después de la guerra, Walt Disney siguió prestando su apoyo al gobierno americano, esta vez para luchar contra el comunismo. Para ello, la empresa ´filtró toda la información sobre sus trabajadores al gobierno, una especie de “caza de brujas” político. En esa información aparecía su afiliación política y se entregaba directamente al Comité de Actividades Antiamericanas, creada hacía poco para luchar contra el comunismo procedente de la Unión Soviética.
Curioso resulta que cuando el FBI desclasificó la información sobre todo esto se demostró que efectivamente Walt Disney trabajaba como espía, al mismo tiempo que era investigado para determinar si se trataba de un infiltrado soviético. Además muchas de sus películas fueron manipuladas deliberadamente por el FBI para mejorar la imagen de sus agentes frente al público.