Reacher, la nueva serie de acción que adapta los libros del escritor Lee Child, es una curiosa mirada al tropo del ejército de un solo hombre. Solo que en esta ocasión, hay una inteligente mezcla entre un personaje poderoso y un contexto ingenioso. El resultado es una adaptación brillante a una saga que llega desde el cine con un aire renovado.
La primera incursión del personaje Jack Reacher de Lee Child en la cultura popular fue con el rostro de Tom Cruise. La película Jack Reacher: bajo la mira, de Christopher McQuarrie (2012), presentó al personaje a una audiencia nueva. Y lo hizo desde su filón más rentable: su capacidad para resolver situaciones en apariencia imposibles. Por supuesto, se trató de una apuesta segura. La combinación del carisma de Tom Cruise con un personaje singular y con varias capas de interés creó un argumento inmediatamente atractivo. No obstante, el film tenía poca relación con la popular saga literaria y mucho menos con Jack Reacher, el personaje que intentaba adaptar.
En el 2016, llegó la segunda película de la saga, Jack Reacher: sin regreso dirigida por Edward Zwick. Con un director menos competente, pero de nuevo con Cruise a la cabeza, la producción resultó un éxito discreto. Uno, que además demostró que la franquicia se alejaba con rapidez del mundo creado por Lee Child. Hubo críticas al hecho de que la principal virtud de Jack Reacher — el ser capaz de desentrañar los más singulares conflictos — quedaba relegada a las escenas de acción. El personaje del cine se alejaba de su aguda intuición para ser más cercano a un héroe de acción al uso. Uno además mucho más interesado en grandes explosiones y situaciones de alto calibre que en los pequeños detalles.
El héroe de Lee, conocido por su capacidad para “viajar ligero” y ser cada vez más perspicaz desde lo pequeño, era quizás demasiado peculiar para Cruise. De modo que el gran reto de la serie de Amazon Prime Video es construir no solo un personaje cercano al original. También, explotar su virtud para desmontar conspiraciones, enfrentar situaciones inexplicables y vencer, desde su intuición. Una especie de mezcla entre Sherlock Holmes y un hombre capaz de resolver como puede y de la manera que puede, las circunstancias más duras.
Un nuevo Jack Reacher en medio de un camino borrascoso
La serie lo logra y además encuentra su principal atractivo en acercarse a la saga literaria. De hecho, es notorio que el showrunner Nick Santora dedicó una buena cantidad de tiempo a analizar la posible adaptación. A diferencia del Jack Reacher de Cruise, el interpretado por Alan Ritchson es una criatura singular, solitaria y curiosa. Tanto como para lograr la proeza de distanciarse de su versión cinematográfica y lograr un espacio propio en el programa. Ritchson imprime a Reacher una rara sensación de solidez, pero también un recorrido de considerable interés por sus manías y peculiaridades.
Muy lejos del héroe de acción imprevisible y extravagante del cine, el Jack Reacher televisivo es un solitario lleno de equívocos. También es un personaje con un magnetismo inesperado que llena la pantalla con la sensación constante de su solidez. Reacher sabe lo qué hace, por qué lo hace y por qué necesita hacerlo. Al contrario de su versión en cine — siempre al borde de un desastre — , ahora Jack Reacher es un meticuloso observador.
Uno que sabe que le espera el casos — tiene una asombrosa facilidad para tropezar con ellos — y que tiene la habilidad para salir adelante. Pero además es un personaje construido para sostener la habilidad del relato complejo. Reacher recorre el país a golpe de impulsos y lo hace con la extraña capacidad de encontrar un camino a satisfacción. Este un héroe que parece saber cuándo le necesitan y lo mucho que puede hacer desde sus habilidades.
Un personaje curioso en un escenario complicado
Para la ocasión, Nick Santora brinda al personaje toda la libertad desmañada de su versión literaria. El nuevo Jack Reacher viaja por EE.UU. como un espectro, con su tradicional equipaje ligero y poco que decir. Pero en realidad también es un brillante investigador que no parece hacer todo por mera casualidad. De hecho, no lo hace. Uno de los puntos más interesantes del enfoque de la serie es la sensación que este héroe imperfecto, está en busca de un propósito. Eso mientras diversas cosas ocurren en sus espacios más singulares.
También el formato de la serie permite a Reacher ser mucho más que una excusa para explosiones y persecuciones. La serie, que adapta el libro Killing Floor de 1997, funciona como un procedimental al uso. Una que además se interconecta con la concepción sobre un hombre que necesita encontrar una forma comprenderse a sí mismo. Lee, que creó al personaje como una forma de fusionar la idea del thriller con elementos de la acción, brinda a sus libros un aire libre.
Lo mismo ocurre con su versión episódica, interesada en seguir las andanzas de Jack Reacher pero sin desvirtuar su esencia. El hombre misterioso que llega a la pantalla, es el gran investigador de los libros. Pero también acarrea todos los problemas de la saga literaria con su tendencia a la exageración en la casualidad y el azar. Con todo, Reacher es entretenimiento bien pensado y un homenaje a la serie de libros. En conjunto, ambas cosas crean una versión interesante sobre la aventura y la acción. Quizás, lo más que puede pedirse a un entretenimiento en estado puro como este.