Una referencia urbana y heráldica
que viene de diciembre de 1958
Desde diciembre de 1958, los mazatlecos y sus visitantes suelen parar a tomarse fotos en el escudo de Sinaloa, en un extremo de Olas Altas, como lo hacen para bailar durante los carnavales y como se acercan a dar vueltas en semana santa.
Fotos de este monumento –hoy sefies- han circulado por muchas partes del mundo. En algún tiempo hasta se imprimieron tarjetas postales con mucha demanda.
Pero ¿qué dice este colorido monumento a la heráldica?
El escudo es ovalado, recordando a la pitahaya, fruta desértica que da nombra a nuestro estado (sina lobola tierra de pitahayas); está dividido en cuatro cuarteles, representando a las ciudades más distintivas de la entidad: en la parte superior a a izquierda está Culiacán, con motivos indígenas que recuerdan la leyenda de los mexicas acampados ahí de paso a lo que sería Tenochtitlan; contiguo está el cuartel de El Fuerte, que alude a una fortificación levantada por el fundador, el Marqués de Montesclaros, para defenderse de los bravos indígenas de la región.
En la parte inferior a la izquierda está representada la fundación de El Rosario, con una de estas prendas religiosas y una cadena abierta, que recuerda la batalla ganada ahí por las tropas insurgentes que envió el Cura Hidalgo a Sinaloa.
Finalmente está el cuartel de Mazatlán, con alegorías marinas, el dibujo indígena de un venado, que alide al significado de nuestro nombre: tierra de venados, y la silueta de las piedras blancas de la costa local, frente al Colegio El Pacífico, también conocidas como “los dos hermanos”.
Dicen que al gobernador Gabriel Leyva no le gusto que en un calendario, el muralista David Alfaro Siqueiros representara a Sinaloa con una estampa de sirenas y convocó a un concurso nacional que ganó el yucateco Rolando Arjona.. Peor estaba la cosa con Mazatlán, al que ilustraban con una etiqueta de la Cerveza Pacífico, que ya tenía su historia.