El viernes 20 de enero de 1961, Marilyn Monroe estuvo en Ciudad Juárez para divorciarse del dramaturgo Arthur Miller
En forma discreta a tal grado que pasó desapercibida para sus admiradores, el viernes 20 de enero de 1961, la diva de Hollywood, Marilyn Monroe, estuvo en Ciudad Juárez, frontera de México y Estados Unidos, para divorciarse.
Un día después, el periódico El Continental de Ciudad Juárez consignaría la visita fugaz.
La estrella del cine estadounidense que se popularizó años atrás con cintas como “Los Caballeros las Prefieren Rubias” y “Cómo Casarse con un Millonario”, viajó a esta ciudad para acudir al Juzgado Primero de lo Civil para tramitar y consumar su divorcio del dramaturgo Arthur Miller.
El municipio de Juárez publicó la historia, investigada por el cronista de la ciudad.
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Los abogados representantes, Aureliano González Vargas, por parte del escritor y Arturo Sosa Aguilar, de parte de la actriz, se encargaron de todo lo necesario para que Marilyn acudiera nada más a firmar, aprovechando las ventajas de la Ley del Divorcio de Chihuahua expedida en 1932 por el gobernador Roberto Fierro, para incentivar la recolección de impuestos. Una normativa que a la larga le dio a Ciudad Juárez fama como un lugar para divorcios y matrimonios rápidos o “al vapor”, como fueron conocidos.
La comparecencia se llevó ante el juez Miguel Gómez Guerra y su secretario Rodolfo Silva, bajo el procedimiento de “Divorcio Necesario”, en la oficina del Juzgado del Distrito Bravos ubicada entonces frente al monumento a Benito Juárez.
La presencia de la diva pasó desapercibida prácticamente en ese momento, sólo El Continental la publicaría al día siguiente de su presencia en esta frontera, pero después ocuparía las primeras planas de los periódicos de todo el mundo donde cada paso que daba la diva era consignado y cuyo divorcio en esta ciudad resultó en un boom mediático.
La actriz viajó de Nueva York a Dallas y de esta ciudad a El Paso, Texas y el 20 de enero cruzó la frontera para formalizar en Ciudad Juárez su solicitud de separación, casualmente el mismo día que John F. Kennedy asumía como presidente de Estados Unidos, con quien Marilyn Monroe se vio involucrada sentimentalmente hasta el día de su muerte, ocurrida el 5 de agosto de 1962.
El 23 de enero, en tan solo 4 días, su matrimonio quedó formalmente disuelto en Ciudad Juárez.
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En los escritos presentados por el abogado Sosa para promover la separación, la diva argumentaba:
El demandado es de carácter incompatible con la suscrita, lo que ha hecho imposible la continuación de nuestra vida matrimonial, al grado que desde el mes de noviembre de 1960 nos encontramos separados el uno de la otra y no siendo posible ninguna reconciliación me veo en la necesidad de demandar este divorcio para que sea disuelto el vínculo matrimonial que nos une, y se me restituya mi nombre de soltera”.
El juicio de divorcio quedó asentado en el expediente número 4061961 que se encuentra en el Archivo Histórico del Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua y que contiene 15 hojas con el proceso de separación de Monroe y Miller, así como con la sentencia de divorcio. La declaración de nulidad del matrimonio se dio tras la publicación de ese documento, para lo cual se hizo un pago de 500 pesos el 24 de enero de 1961.
En el expediente quedo asentado que el 19 de enero de ese año la pareja divorciada finiquitó sus derechos patrimoniales existentes en Estados Unidos y que no tuvieron hijos en 4 años de matrimonio.
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En los años 1930, la derogación de la Ley Seca en Estados Unidos no sólo impactó directamente la vida nocturna en la frontera a donde acudían los norteamericanos a consumir alcohol y jugar en los casinos, sino que también pegó en las arcas de Gobierno al caerse la recaudación de impuestos.
Por eso, en 1932, el entonces gobernador de Chihuahua Roberto Fierro expidió la Ley de Divorcio que facilitaba en cuestión de días, y hasta horas, la disolución de los vínculos matrimoniales aun si las nupcias eran contraídas en otros países.
La medida buscaba obtener mayores ingresos, más que para cumplir una función social, lo que a la larga le dio a Juárez fama como lugar para divorcios y matrimonios rápidos o “al vapor”, como también fueron conocidos.