*No dejó de trabajar en la pandemia
*Madre consentidora, “vale madres”
Doña Gloria Navarro, a sus 80 años, de lenguaje claridoso y florido, señala que: “El “Covid 19 me la peló aunque no tenga cabeza”.
La noble mujer es comerciante ambulante establecida en la esquina de Belisario Domínguez, allí frente al icónico mercado del Centro Histórico de Mazatlán, el “José María Pino Suárez”.
La señora de las 8 décadas pocas veces dejó su espacio de venta durante los más de dos años de pandemia, incluso siempre dijo que no le “temía” y que esa eran “mentiras de los gobiernos”.
A doña Gloria rara vez la vimos con cubrebocas puesto y aunque en los meses pesados tuvo pocas ventas, ella siempre estuvo en la misma esquina, salvo un par de meses que estuvo convaleciente de una operación de cataratas en los ojos, y en donde amigas y familiares llevaron el “negocio” de venta de aretes, collares, pulseras y otros souvenirs que, en su mayoría, ella produce y por eso llama la atención de la gente que por ahí transita y que la conoce de años.
En la entrevista de esta mañana le pedimos un mensaje por el “Día de las Madres” y dijo: “Madre es la que protege a sus hijos, la que los cuida, porque la que los deja al ay se va, no es mamá. Yo no fui mala, fui perra con mis hijos, pero ahí tiene usted hombres de provecho…Una madre tiene que ser dura, porque una madre consentidora, vale madres. Tengo un hijo que duró 20 años en estados Unidos y cuando vino se me arrodilló, me abrazó y me dijo: gracias madre, gracias porque me pegaste y me hiciste un hombre…”
