ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ
1.- En conferencia de prensa el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, explicó a través de una gráfica que, con el uso del Sistema de Vigilancia Centinela, obtuvieron una muestra en 375 hospitales, de la cual detectaron a 3181 personas infectadas de coronavirus.
A partir de esos datos Gatell estimó que existen 26, 519 infectados en todo el país. Como no sabíamos que los más 3000 infectados fueron obtenidos a través de un estudio muestral, cuando Gatell nos dio la información sacamos cuentas y los infectados eran ocho veces más que se informaban, pusimos el grito en el cielo, y de inmediato empezamos a tomar mayores cuidados en las cuatro paredes de nuestro confinamiento.
Nunca nos dijeron que esos números eran producto de una muestra, pero eso presumíamos que la pandemia en el país era un juego de niños con respecto a otros países, inclusive el mismo Presidente lo festejó en su informe trimestral.
2.- Dijo Gatell “que estos casos -los 26 mil y pico- se pueden estimar debido a que estos posibles pacientes no fueron a consulta a un nosocomio, a diferencia de los confirmados hasta el momento”.
A pesar de nuestra actitud ya no tan triunfal, hubo y hay analistas que afirmaron que había un sebrregistro de los infectados en sus diferentes fases, porque no sabían que la informaron que ofrecían todos los días las autoridades sanitarias era solamente un proceso muestral.
Valga la reiteración: por cada caso positivo documentado existen ocho personas de las que no se tiene registro, porque no acudió a consulta y no fue detectada su enfermedad, quizá algunos de ellos falleció antes llegar a un hospital.
3.- La pregunta de los 64 mil pesos es quiénes son y dónde están los casi 22, 000 infectados que nos fueron a los hospitales? Quizá en estos momentos quizá están confinados en el seno de sus familias y con toda seguridad contagiando a los seres que más quieren.
La gran falla del gobierno fue esperar que los contagiados fueran a los hospitales, en vez de ir a sus domicilios y a sus trabajos a aplicarles las sagradas pruebas que recomienda la OMS, con un eslogan que casi lo grita: ¡Pruebas, pruebas y más pruebas! Como sí ocurrió en Corea del Sur, China, Singanpur y otros países de Asia y algunos de Occidente.
4.- Ojalá que este error de no hacer pruebas y más pruebas, a las cuales siempre se opusieron el Sistema de Salud y el Presidente, no creen en los hogares la infección de niños, adolescentes y personas de la tercera edad, porque en nuestro el confinamiento el sistema de salud no hizo un trabajo comunitario a plenitud, hogar por hogar. Ojalá que no halla en las familias alguien infectado.