A finales del siglo XX y lo que va de éste, los derechos humanos de volvieron omnipresentes, a tal punto que los países totalitarios, como China, por ejemplo, los denunciaron como imperialismo, como el imperialismo de los derechos humanos. Otros gobiernos del orbe aceptaron a regañadientes respetar los derechos humanos, pero lo hicieron y lo siguen haciendo solamente a través de la palabrería que ya no les sirve de cortina de humo, porque ese “imperialismo lo han hecho suyo progresivamente los que históricamente han sufrido innecesariamente la discriminación en todas sus formas y niveles: las mujeres, los homosexuales, los discapacitados, los viejos, los que poseen culturas tradicionales, entre otras exclusiones que lastiman a miles de millones de humanos alrededor del mundo. De repente lo que consideraba natural quedó desnudado como una barbaridad histórica.
Y en esta ola también fueron inscritos los niños que otrora estaban sujetos a una violencia inmisiricorde: en sus casas por los padres, en la escuela por los maestros y en la calle por sus compañeros, pero además los mayores tenían permiso para corregirlos por su bien, toda vez que eran considerados como tábula rasa.
De la violencia escolar todavía recordamos frases, como las siguientes: La letra con sangre entra. Profesor le entrego a mi hijo con todo y “nalguitas”, les decían los padres cuando llevaban a sus hijos por primera vez a la escuela. Pero además el proceso de autoafirmación de los “plebes” pasaba por partirse el alma a golpes entre los estudiantes, pues era como una especie de “marcar el territorio” a través de esa brutal medición de fuerzas.. Los de mi generación fuimos tundidos a golpes y no solamente por el garrote pedagógico y cinturón de nuestros padres..
Y SIN EMBARGO SE MUEVE.
Y no obstante la violencia es el pan nuestros de todos los días, aunque no sea comparable con las que sufrimos las generaciones que ahora frisamos los 60/70 años. Hoy la violencia en los entornos escolares es fundamentalmente entre los mismos compañeros de estudio. Y a este fenómeno de le llama bulling.
El origen del vocablo es holandés y significa acoso. El primero que utilizó el término en sus investigaciones fue Dan Olweus e implantó un programa antiacoso para las escuelas en Noruega. Vale decir que América Latina no sólo es la región donde se registra el mayor acoso en las escuelas, sino que también es la región más violenta del mundo.
Los estudios internacionales de los 10 países más violentos del mundo, hay seis o siete países de América Latina en esa lista. Además un estudio de la OCDE que fue realizado en 24 países, destaca que el 61% de alumnos han reportado intimidación, abuso o agresión verbal.
Mal de muchos… Nuestro país ocupa el primer lugar con mayor violencia verbal, física, psicológica y social entre alumnos de educación básica, especialmente en las escuelas secundarias: pero también tiene a los maestros menos preparados y más faltistas, advierte el Estudio Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje, elaborado por la OCDE.
Por su parte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) determinó que en muchas escuelas en México discriminan a los pobres, los indígenas, a las niñas, a los habitantes del campo, a las madres adolescentes, a los que tienen alguna discapacidad o problemas de aprendizaje. (El Universal. Katia Torres. 10 de noviembre de 2013)
VIOLENCIA EN SINALOA ENTRE LOS ALUMNOS.
Desde 2009 la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) inició un programa de Atención para Prevenir el Bullying o la Violencia Escolar. El ombudsman sinaloense, Juan José Ríos Estavillo, consideró que esta situación es un problema grave en el estado, por lo que debe crearse una política para prevenirla no sólo por las las autoridades, sino por los medios de comunicación y los organismos de la sociedad civil. Porque desde 2009 se ha ido incrementando el acoso escolar; por ejemplo, en el año de 2012 la cifra de denuncias ante la CEDH por acoso escolar aumentó, ya que se atendieron a 26 mil 577 alumnos entre 5 y 11 años y de 12 a 17 años.
“Si bien el bullying ha existido siempre, sin embargo es cierto que para un adulto no guarda la misma gravedad que para un menor de edad. Por eso tenemos que observar el problema no como un adulto que pretende resolver el problema, sino como uno que está dispuesto a generar esquemas de formación para que entendamos que el problema que guarda un menor es tan grande en su contexto que tenemos que igualarlo para solucionarlo”, comentó ombudsman Ríos Estavillo.
(Fuentes Fidedignas. Lya Mendoza. 2012). Por fortuna la Secretaría de Educación Pública y cultura (SEPyC), a cargo de Francisco C. Frías Castro; ha construido una alternativa que seguramente mitigará la violencia escolar en Sinaloa, a través del programa y su correspondiente estrategia: “En Sinaloa se Viven los Valores” (SIVIVA), que ha sido precedido y enriquecido por dos Congresos Internacionales en formación de valores.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…
Según Gabriela Ramos, directora de gabinete de la OCDE, las cifras de acoso escolar muestran «relaciones sociales fracturadas y el desarrollo de una forma de relacionarse que es nociva». No es la primera vez que el organismo advierte sobre este problema. En 2014 colocó a México como el país con el nivel más alto de bullying, según la Encuesta Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje.
