El arte como puente de emociones: Cuarta sesión del Taller de Memorias en la Biblioteca Carlos McGregor

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Con pinceles, lápices de color pastel y papeles que se tiñen de emociones, se llevó a cabo la cuarta sesión del Taller de Memorias impartido por el Instituto de Cultura de Mazatlán en la Biblioteca Pública Municipal Carlos McGregor ubicada en la colonia Benito Juárez. Esta vez, los participantes —adultos mayores, jóvenes y adultos— exploraron su mundo interior a través de la pintura y el dibujo, guiados por la sensibilidad y entusiasmo de Johana García, joven facilitadora del taller.

En esta etapa del proceso, Johana explicó a los asistentes que ha llegado el momento de dejar que las emociones fluyan de una manera no verbal: “Lo que no se puede decir con palabras o escribir en una hoja, también puede ser expresado con color y forma”. La propuesta de la sesión fue clara: traducir vivencias, sentimientos y memorias a imágenes que surjan libremente desde el corazón.

En un ambiente de respeto, confianza y compañerismo, el grupo compartió materiales, técnicas y anécdotas mientras sus manos daban forma a dibujos que representan más que paisajes o figuras: son reflejos personales y colectivos, una especie de terapia silenciosa que transforma los recuerdos en arte.

Johana subrayó que el taller ha generado un sentido de pertenencia y comunidad: “Nos hemos integrado y hemos construido un espacio seguro para compartir. Esto apenas comienza, tenemos que seguir redactando nuestras memorias, ya sea con palabras o con imágenes”.

Labor cultural que transforma

El Instituto de Cultura de Mazatlán, a través de las bibliotecas públicas, reafirma con este tipo de talleres su compromiso con la formación integral de la ciudadanía. No se trata sólo de fomentar la lectura, sino de activar el pensamiento crítico, la memoria colectiva y el valor de la expresión artística como derecho y necesidad.

En estos espacios, las historias se escriben, se pintan y se comparten, y con ello se preservan no sólo las memorias individuales, sino también la identidad de una comunidad viva, creativa y profundamente humana.