El presidente Donald Trump volvió a encender la polémica este martes al acusar públicamente a su antecesor, Barack Obama, de cometer “traición”. Durante un evento oficial en la Casa Blanca con el presidente de Filipinas, Trump señaló que Obama habría liderado una conspiración para sabotear su victoria electoral en 2016.
Según Trump, documentos recientemente desclasificados por la actual directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, revelan que Obama y otros exfuncionarios, incluyendo a Hillary Clinton y James Comey, usaron “tácticas ilegales de inteligencia” para crear un montaje en su contra.
¿Qué hay detrás de la acusación?
Analistas y figuras del Partido Demócrata calificaron la declaración como un intento desesperado por desviar la atención de los recientes escándalos que rodean a Trump, especialmente los vinculados al caso Epstein.
Por su parte, el portavoz de Obama tachó la acusación de “ridícula” y “un débil intento de manipular la opinión pública”.
Reacciones divididas Mientras algunos seguidores de Trump piden investigar a Obama, expertos legales y exfuncionarios de inteligencia coinciden en que no hay evidencia concreta que respalde una acusación de traición, delito que en EE.UU. tiene un estándar legal extremadamente alto.
