Doña Gloria a sus 85 años, pero con memoria de elefante; recuerda en sus 80 años de comerciante ambulante, pues inició en el ahora comercio informal a los 5 años de edad al lado de su familia y sus padres, que ha visto pasar muchas cosas desde el crecimiento mismo de la ciudad, del turismo y hasta los buenos y malos gobiernos porteños.
Cada vez más cansada, agotada, doña Gloria en el último año perdió ya un ojo, tiene manchas en la piel y una pierna hinchada por una bacteria, pero dice con energía “no me rajó al trabajo, no quiero dejarles una mala herencia a mis hijos y nietos”.
Doña Gloria es una de las más veteranas del comercio ambulante y dice que se va morir cuando “le dé su chingada gana, cuando Dios quiera y no cuando cualquier cabrón diga”.
Afirma que inició su comercio en el Malecón y que por lo regular siempre ha vendido cosas que tienen que ver con el puerto, incluso ahora, en su puesto en una contra esquina del mercado municipal del Centro, el “José María Pino Suárez”, tiene bisutería, collares naturales, recuerdos y souvenirs porteños.
En todos estos años, dice que ha visto pasar al menos unos 20 presidentes municipales, pero que los mejores recuerdos los tiene de Alejandro Higuera Osuna, porque “siempre fue gente, una buena persona, y me regaló el terreno en donde ahora vivo. La gente lo critica, pero hablaron mal de Dios que no hablen de nosotros”, dice con esa filosofía de la vida en las calles de la ciudad.
Y el peor de los alcaldes, el que fue más “ojeis” con los comerciantes?, se le pregunta a doña Gloria y la respuesta es inmediata:
“El químico Benítez Torres; se portó muy mal con los vendedores; se llevó a muchos presos y hasta los mandó golpear, por eso fueron a quebrarle las puertas de su oficina en Palacio Municipal…” También “Fernando Pucheta se portó muy mal, me mando quitar la mercancía allá en el Malecón. Hizo cosas muy feas”, subrayó.
Dice que de la actual presidenta municipal, Estrella Palacios, no tiene mucha información, pero que ha pedido varias audiencias y no se las han concedido.
Finalmente, doña Gloria a pesar de confesarse priista, le manda un saludo cordial y caluroso al ex alcalde Alejandro Higuera; sin duda que la gran señora es un
ejemplo de vida y a quien la vemos muy convencida que habrá de “morirse en la raya”, en lo suyo, que es el comercio informal y cuando “le de su chingada gana”.