*Es un pícaro, mujeriego
*”Rengo”, pero “querendón”
Don José de Jesús Rodríguez, a sus 74 años, es muy pícaro, enamorado y bisbirindo. Admite que cuando ve pasar a una mujer guapa y de buen cuerpo no le queda más que la actitud y los ojos del perro del carnicero: “Viendo la carne y lamiéndose el chil…”
Don Chuy, a quienes las vecinas le dicen “don Juan”, por lo mujeriego que fue y que era hasta hace un par de años y que las mujeres jóvenes le quitaban los pocos pesos que ganaba por ser tan “ojo alegre”.
A don Juan, perdón a don Chuy, a quien lo encontramos en uno de los actos de apoyo a las personas de la tercera edad, anda en sillas de ruedas y ayudado por una de sus hijas. Una vecina lo llevó a que le dieran este recurso del gobierno federal y municipal de los programas del “65 y Más”.
Pero a pesar de estar en sillas de ruedas, “todo rengo”, no se le quita lo pícaro y enamorado y que recuerda que todavía pasados los 70 años, aún “levantaba el orgullo” viril de ser un varón.
Don Chuy fue velador por más de 25 años hasta que le pegó una embolia de un coraje y se paralizó de medio cuerpo, quedando “rengo”, dice.
“Las mujeres nunca me han dejado de gustar, aunque ahora nada más como el perro del carnicero: viendo la carne y lamiéndome el chile. Tuve mucha suerte y mujeres, aunque pocos hijos porque no tenía puntería…”, dice.
De repente le da el sentimiento y dice que “mejor morirse”, aunque una de sus vecinas. Le dice en broma y seria. “Ahora aguante y no chille, recuerde cuando las mujeres le quitaban el dinero…”
Así es don Chuy: Genio y figura hasta la sepultura y quiere morirse como el caguamo…