*Campeón del trompo
*Juegos que son cultura
Don Antonio es un “campeón” del yoyo y el trompo y en Mazatlán y sus alrededores no hay nadie que se le compare. Ha hecho de este “hobby” una profesión y una enseñanza para que los niños no olviden unos juegos más sanos y antiguos de la cultura mexicana, pero por la pandemia ha dejado de dar clases en las escuelas.
Ahora, el “campeón” de poco más de 50 años de edad anda en las calles y en los cruceros en busca de la manutención de dos hijos. En las “rutinas” o “suertes” del trompo lo mismo tiene aplausos y monedas como críticas en un tono de: “Ya estás grande para que no trabajes” y otras lindezas de la gente que no sabe de lo hermoso de hacer bailar el trompo y más cuando lo “cachas” en la propia cuerda.
Don Antonio dice que todos llevamos un niño adentro, pero quién de adulto no llega el momento en que quiere “bailar el trompo como cuando eran niños”.
En la entrevista dice que en México el trompo se considera un juguete, pero que en otros países de América Latina es un deporte, incluso allá hay “clubes que en México no hay”.
Dijo que toda la vida se ha dedicado a los yoyos y al trompo. Precisa que antes de la pandemia trabajaba para una refresquera, aunque al cierre de las escuelas se acabó la chamba y ahora está en los cruces de las calles para sobrevivir.
En la plática habló de las “suertes” con el trompo y comentó de la “ronaldiña”, el “trompo en la uña”, la “serpiente” y los “trapecios” que es “cachar” el trompo en la piola.
Finalmente envió un mensaje a los padres de los niños que es más fácil invertir poco dinero en un trompo que es un juego muy divertido, sano, que una computadora de juegos que cuesta 10 mil o 15 mil pesos cuando el trompo vale 20 pesos.
