DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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DOMINGRILLA

En el viejo folclor de las jugadas de dominó, cuando un participante se veia obligado a pasar, sus rivales se solazaban haciéndolo notar: “ahí te mando un indio herido”.
En la política el gobernador Rubén Rocha Moya ha caído en el papel del indio herido. Si al rival del dominó se le buscaba arrinconarlo porque se sabía de su carencia de determinadas fichas, a Rocha lo arrinconan a propósito de cualquier tema.
Si se trata de criticar los malos resultados del gobierno federal en materia de seguridad, el ejemplo más fácil es el de Rocha; si se trata de decir que no hay resultados en determinada política pública, se vuelve a hablar de Rocha. Si se quiere demostrar distancia respecto del gobierno, basta con criticar a Rocha e incluso, con exigir su salida del gobierno sinaloense.


La mayor parte de los señalamientos en realidad son ajenos al problema de Sinaloa. Son muletas utilizadas para mostrar combatividad o independencia. Nadie tiene un esbozo de solución a la circunstancia sinaloense, sólo exigencias.

Una de estas mañanas, el excandidato opositor al gobierno de la Ciudad de México, Santiago Taboada, mencionó el estallido de una camioneta en Culiacán, y la indefinición de las causas. Como no se supo de bien a bien si fue un dron kamikaze o el estallido del tanque de la gasolina. Su conclusión era que Rocha debía renunciar, como si fuese el técnico especializado en esos acontecimientos.

Son muchos los problemas del estado y la responsabilidad de enfrentarlos y encontrarles solución es del gobernador, pero nadie de los que exigen su salida, se preocupa por ubicar esos problemas y determinar el grado de responsabilidad, simplemente lanzan la piedra.
Rocha no ha sido un gobernador carismático, pese al elevado número de votos con que fue electo, pero está protegido por dos circunstancias muy importantes: la bendición de Andrés Manuel López Obrador, y la protección permanente de Morena a sus elementos metidos en problemas.


Si Morena hubiese tenido apertura para atender las quejas de la sociedad, se habría ejecutado a Cuitláhuac García, de Veracruz, y a Rutilo Escalante, de Chiapas, pero en vez de eso, espero a que terminaran sus respectivos gobiernos y los protegió con nuevos puestos, lo mismo que a Sergio Salomón Céspedes, de Puebla, quien va al Instituto Nacional de Migración. Y ni qué hablar de Evelyn Salgado, la gobernadora de Guerrero, que ha visto pasar pacientemente una guerra más intensa que la de Sinaloa, y toda directa contra la población, sin que piensen en removerla.

Por cierto el titular saliente del INM es un ejemplo vivo del arraigo de los gobiernos morenistas para con sus funcionarios. Francisco Garduño fue una nulidad bajo cuya dirección los migrantes centro y sudamericanos fueron abandonados a su suerte, cayendo muchos de ellos en manos del crimen organizado, sin que se le molestara.

Incluso fue encausado judicialmente por su probable responsabilidad en el caso de la Estación Migratoria de Ciudad Juárez, donde murieron durante un incendio 40 personas, casi todas provenientes de Venezuela. No sólo no lo corrieron: desde el año pasado estuvo yendo a Ciudad Juárez quincenalmente a firmar, como medida precautoria para mantenerlo dentro del país y cercano al proceso. Recientemente se descubrió que el gasto de su transporte de la Ciudad de México (donde estaba su trabajo) a Ciudad Juárez, era cubierto por el Instituto. Según el periódico Reforma, la cuenta asciende a 80 millones de pesos (¿volaría en clase premier y se hospedaría en hoteles de lujo?) Hay que ver si una vez fuera del Instituto, le siguen pagando los viajes, porque el proceso no ha terminado y él sigue bajo encausamiento judicial.

CELOSOS DEL DEBER Y
DESOBLIGADOS DEL GASTO
De plano al INE le recortaron prácticamente por la mitad el dinero que pedía para hacer la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y desde ya le empezaron a exigir resultados, e incluso a poner bajo sospecha el manejo de los recursos económicos.


La presidenta Claudia Sheinbaum pregunta ¿para qué quieren el dinero si no hay elección presidencial? ¿para qué capacitación si los ciudadanos van a ser voluntarios y no se va a a gastar en representantes de partidos?

O le siguen teniendo mal fe al INE, a pesar de que ya lo tienen bajo control, o de plano ignoran la forma de operar de la institución que ha organizado las elecciones durante décadas, siempre con mucho reconocimiento, incluyendo los procesos en que la propia doctora Sheinbaum fue electa jefa de gobierno de la CDMX y luego presidenta de la República, así como aquellos en que Andrés Manuel López Obrador recorrió previamente ese mismo camino.

Desde hace años los funcionarios de casilla reciben una especie de pago por sus servicios, para que se garanticen su transporte y alimentación en la jornada electoral; es necesario contratar capacitadores para que el proceso de la elección se lleve a cabo conforme a lo que dictan las leyes, en fin, hay una serie importante de gastos que nadie ignora, aunque las fuerzas políticas en que ha militado la doctora presidenta, han preferido mantenerse siempre distantes, acusando a las autoridades electorales de todos los males posibles.

En 2021, cuando Andrés Manuel López Obrador se empecinó en hacer una consulta popular de revocación de mandato a sabiendas de que no había riesgo de que perdiera, le negaron al INE los recursos y éste debió recortar el número de casillas de votación. Como hubo muy baja participación, López Obrador culpó al INE, porque no era posible que su pueblo bueno no hubiese acudido masivamente a ratificarlo sin necesidad.

Seguramente ocurrirá lo mismo. A la gente le valdrá queso la elección de jueces, y Morena culpará al INE del desaire a la reforma judicial que el propio pueblo exigió, según sus consideraciones.

Por cierto, cda vez que se toca el tema en el Senado, uno de los elementos más activos en el debate es el sinaloense Enrique Inzunza Cázares, quien se da vuelo acusando al poder judicial actual de corrupto, incapaz y con vicios como el nepotismo. Se nota que sus contrincantes ignoran que él mismo tiene a toda su familia en el Supremo Tribunal de Justicia de Sinaloa, y que durante tres lustros por lo menos, ha sido el cacique de la institución.

Es que la oposición sinaloense sólo tiene ahí a una palomita que toda su vida voló por otros cielos y no se ha enterado de lo que aquí pasa.