UAS: doctorado en huizachadas Taponamiento en los partidos Malova: “si les sirvo, aquí estoy”
Pese a sus avances, la Universidad Autónoma de Sinaloa recibe la constante descalificación de no haber cooperado todavía con la innovación tecnológica, científica o en las ciencias sociales. Ya no más. En los últimos meses ha mostrado una gran capacidad para renovar la importante disciplina de la huizachada.
Podrá no haber numerosos ni espectaculares registros de patentes por nuevas tecnologías o desarrollo de grandes teorías humanistas, pero qué tal a la hora de buscar cómo evadir la acción de la ley, como es el caso de los juicios que se siguen contra el rector Jesús Madueña Molina, un exrector y los integrantes del comité de adquisiciones de la Universidad.
Como muchos abogados, los de la UAS primero alegaron, probablemente con razón, que la Fiscalía Autónoma de Sinaloa no les entregaba las carpetas de investigación completas, y así no había posibilidades de una defensa equilibrada; después rechazaron una auditoría porque el gobierno del estado no les da recursos propios, sino provenientes de la federación, y así no tiene derecho de revisar si los gastaron dentro de los términos legales.
En el ínter se dieron la oportunidad de alegar enfermedades. Un abogado, hoy secretario general de la Universidad, se declaró dos veces víctima de neumonías que le avaló un médico del ISSSTE, donde él no tiene servicios. Fueron enfermedades récord, pues pocas horas después el enfermo andaba ya haciendo vida social en medios de la política universitaria.
Pero en la semana que termina se superaron a sí mismos con una maniobra consistente en despedir a los abogados para declararse sin defensa y reclamar una posposición enorme en la audiencia que se desarrollaba. No alcanzaron ese plazo, pero sí la posposición. ¿Qué irán a inventar para la siguiente ocasión?
La UAS tiene varias escuelas de derecho, importantes especialistas de esa disciplina, y sin embargo prefiere revivir las ya lejanas épocas en que el ciudadano recurría a los huizacheros, tinterillos que sacaban de la cárcel a los detenidos sin contar con título ni respaldo académico, pero sí con una capacidad para aplicar trampas legales que frecuentemente eran consentidas por el Ministerio Público.
Hay que admitir que el gobierno del estado, como hemos dicho aquí, está haciendo uso de todos los instrumentos legales y extralegales a su disposición, lo que permite a los acusados argumentar que son objeto de persecución política, pero a nadie puede escapar un hecho: la defensa no presenta argumentos para probar la inocencia, sino maniobras para evadir el enjuiciamiento. Con ello, por supuesto, reafirman sus condiciones como reos de sospecha.
LOS TAPONAMIENTOS Al margen de la corrupción y la ineficiencia, los gobiernos del PRI que mandaba solo empezaron a decaer cuando taponaron el ascenso de sus cuadros hacia oportunidades importantes. Primero dejaron de lado a sus activistas para sustituirlos con tecnócratas y más tarde con camarillas burocráticas, hasta llegar a la caricaturesca situación actual en que sólo llegan “los cuates del señor”.
Las fugas de priístas importantes fueron nutriendo a otros partidos. Pero le pasó también al PAN y ahora a Morena, donde la permanencia de los mismos ya genera inconformidades de todos los bandos, incluidos los que sienten que los quieren desplazar.
La posibilidad de la reelección es un freno importante a la capilaridad social o burocrática en los partidos, como se ve con las aspiraciones de llegar al Senado de la República.
En Morena, Imelda Castro ya anunció su propósito de permanecer en el escaño que actualmente ocupa, de modo que personajes como Graciela Domínguez Nava, Tere Guerra Ochoa y hasta Merary Villegas, que la quiere aunque nadie sepa para qué, tendrían que aguantarse y disciplinarse.
Por lo pronto Imelda ya candidatea a las tres, pero para la alcaldía de Culiacán. Como quien dice, a enchinchar a otra parte. En la acera de enfrente, Pío Esquer acaba de lanzar su aspiración a la candidatura a Senador, convencido de que la irritación entre los agricultores le abriría la posibilidad de llegar a la Cámara Alta. La pregunta es si Mario Zamora se va a dejar arrebatar la postulación, cuando cree que puede volver a ser candidato a gobernador en el 2027 (tampoco se sabe para qué, si usualmente es derrotado).
También habrá que ver si el PAN, tan disminuido en Sinaloa, le quitaría esa postulación al PRI, que devenido cascajo y todo, tendría mano. Lo otro es que Pío Esquer y Mario Zamora tienen perfiles muy parecidos: pertenecen a las élites económicas de la entidad y carecen del carisma que les permita penetrar donde están los votos, que es al mero abajo. No se han dado cuenta que el votante no responde a esas ofertas políticas.
NO ES PARA TANTO Guillermo Romero hizo sentir su presencia en el medio político con una foto en que aparece al lado del dirigente nacional panista, Marko Cortez, pero no dijo que el encuentro había sido con todos los aspirantes que se arriman al PAN. En los medios blanquiazules se asevera que Cortez tiene ya el perfil de cada uno de los suspirantes y que no se va a dejar convencer muy fácilmente.
A propósito de Romero: el dirigente estatal del PT, Leobardo Alcántara, no lee los medos informativos, porque sigue diciendo que su carta para la alcaldía mazatleca es el expresidente de la Canaco, cuando éste ya desertó hacia el Frente Amplio. Es que a Alcántar ya se le hacía que le iría requetebién con ese candidato.
PA’LO QUE SE OFREZCA Aunque a Mario López Valdez lo acalambró la advertencia del gobernador Rubén Rocha Moya para que mejor no le entre a los cocolazos, no ha dejado de hacer presencia y de lanzar mensajes de que sí está dispuesto a entrarle. Hace unos días dijo que si (los partidos opositores) creen que les sirvo aquí estoy.
Definitivamente a ningún político hay que dar por muerto, pues aún cuando se les hubiese extendido el certificado de defunción y comprobado la falta de signos vitales, las aspiraciones siguen prevaleciendo incluso en las condiciones más críticas y absurdas.
La fama pública de Malova en todo Sinaloa es peor que la alcanzada en el país por Emilio Lozoya. Toda referencia al personaje mochiteco (en realidad es sinaloíta) termina en señalamientos y acusaciones. Por lo menos se le caricaturiza con su famoso baile de los palillos chinos.
En abono a él hay que decir que como gobernador fue muy sincero, al hacer el compromiso de convertirse en “el mejor exgobernador de Sinaloa”. Lástima que no se ofreció para ser el mejor gobernador y al menos lo hubiese intentado. Seguramente sabía en su fuero interno que era un proyecto inalcanzable. Pero además desde que se vio en la tesitura de dejar la silla, emprendió maniobras fracasadas para dejar heredero, para seguir mandando y ahora hasta para volver a buscar el voto, pese a la quemazón.
Y siguiendo por esos rumbos: el alcalde de Ahome, Gerardo Octavio Vargas Landeros, tuvo la puntada de decir que Ahome es un municipio eminentemente morenista y así va a seguir en los próximos años “y de eso me encargo yo”.
¿De veras no sabe Vargas que le ley le impide participar en actividades electorales? ¿O de plano ya consideran que pueden hacer gala del del cinismo mapacheril?
Podrá no haber numerosos ni espectaculares registros de patentes por nuevas tecnologías o desarrollo de grandes teorías humanistas, pero qué tal a la hora de buscar cómo evadir la acción de la ley, como es el caso de los juicios que se siguen contra el rector Jesús Madueña Molina, un exrector y los integrantes del comité de adquisiciones de la Universidad.
Pero en la semana que termina se superaron a sí mismos con una maniobra consistente en despedir a los abogados para declararse sin defensa y reclamar una posposición enorme en la audiencia que se desarrollaba. No alcanzaron ese plazo, pero sí la posposición.¿Qué irán a inventar para la siguiente ocasión?
