DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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Xóchitl ya llegó; sigue Claudia

Romero: hicimos ganar a Rocha

Quedan pocos en el PRI y los corren

FRANCISCO CHIQUETE

Este miércoles, si el clima no lo impide, como se prevenía en las corridas de toros, Morena dará a conocer al ganador (ganadora) de sus encuestas. A estas alturas nadie duda del resultado previsible: Claudia Sheimbaum.

Ella ha sido la ostensible favorita del presidente desde mucho antes de que él se proclamara como “destapador” de las corcholatas, pero aunque de último momento quisiese rectificar, ya no puede hacerlo, con todo y el poder que concentra y acumula.

Salir con que siempre sí será “el carnal Marcelo” o el proclamado hermano de lucha, que dijo cuando destapó a Adán Augusto, serpia poner en riesgo la estabilidad de Morena y su destino electoral. Claudia, la aspirante más anticlimática de todo el racimo (incluyendo a Manuel Velasco), es el nombre que están esperando las filas morenistas en el gobierno federal, en los gobiernos estatales, en las instancias partidistas y en los grupos de presión económica. No es que los haya conquistado su proyecto ni su personalidad: han sido las señales tan evidentes lanzadas desde la Presidencia de la República.

Por atender el llamado del presidente, muchos dejaron su militancia con otros aspirantes y muchos contradijeron sus credos políticos de toda la vida. Darle el gane a cualquier otro, por más méritos o cercanías que pudiese mostrar, sería arriesgarse a que la clase política morenista se sintiese traicionada por un líder que los empujó por un camino y luego salió como el legendario “cambio de rieles” que intentó el desaparecido líder colono Federico Velarde Mellado.

Es más fácil enfrentar los enojos y decepciones de Marcelo Ebrard, quien todavía insiste en presionar para que volteen a verlo; los de Adán Augusto, que entró al juego para cumplir el papel de proclamador de la ganadora si se necesitaba un aval, pero se creyó completito su papel de posible candidato; hasta los de Ricardo Monreal serían nada, cuando le incumplan la ilusión de que iría por la jefatura de gobierno. Todo eso palidecería ante una cargada a la que dejasen como novia de rancho, vestida y alborotada.

Mientras se da el destape de destapes, las broncas internas siguen, aunque el dirigente morenista Mario Delgado siga diciendo que no. En plena etapa de silencio, Adán Augusto sigue pasando publicidad en Facebook, para ostentarse como “hermano” del presidente y “hombre fuerte de la cuarta transformación”. Y la promoción a Claudia sigue indetenible, a pesar de las denuncias de sus compañeros (Marcelo, por supuesto y ¡asómbrese! Fernández Noroña han hablado muy fuertemente).

CAMPAÑA DE TELENOVELA:

DOS MUJERES,. UN CAMINO

Xóchitl llegó finalmente a la candidatura de la oposición. No faltaron incidentes y hasta accidentes, pero ahí está, generando una expectativa que parecía imposible para el 2024. Un amigo mío, chairo hasta la pared de enfrente, posteó que “la gelatina no va a cuajar”, puede ser que le atine, pero por lo pronto ya les generó muchos malestares estomacales.

El presidente, por ejemplo, soltó toda su intolerancia insultando a Xóchitl Gálvez evidenciando que le falló su aspiración de que fuese Beatriz Paredes y no la propia Xóchitl el rival a vencer, cuando legal y moralmente el Presidente de la República debería estar fuera del juego sucesorio, como él mismo le exigía a la chachalaca Vicente Fox.

Por cierto, los dirigentes de los tres partidos coaligados terminaron por hacer un tiradero con el proceso interno. Desecharon la parte en que la sociedad participaba directamente y llegaron a acuerdos de cúpula innecesarios, pues al fin la candidatura sería para la misma aspirante a la que entronizaron.

Nadie puede dudar que el presidente y Morena tuviesen preparada una intervención para afectar las posibilidades de Xóchitl, pero con todo y eso, debieron dejar que el procedimiento llegara hasta el final. Lo más fuerte de este movimiento está en la sociedad civil, no en lo que puedan mover los partidos, incluyendo a Morena en plan de quintacolumna.

Además los tres dirigentes incurrieron en un error de párvulo, cuando se lanzaron a la cargada con Xóchitl, sin cuidar las formas. Beatriz Paredes demostró una gran fuerza al llegar a convertirse en una competidora real, a pesar del desprestigio de su partido, del desprestigio de la clase política tradicional y hasta del estigma de la edad.

Cuando alguien da la pelea superando todos esos asegunes, es porque algo trae en su bagaje. Si en lugar de la ramplona cargada de Alito, Marko Cortez y Jesús Zambrano, hubiesen cuidado el trato con Beatriz, ahora contarían con una fuerte promotora de la candidata opositora. Pero eso hubiese sido si los señores presidentes de partidos pensaran en el frente opositor, y no en las prebendas que esperan lograr para sus camarillas.

En fin, todo indica que el año próximo la pelea será entre dos mujeres que se disputan el camino a la Presidencia de la República, al margen de lo que haga o deje de hacer el mesiánico señor que es Dante Delgado, quien ahora deshoja ridículamente la margarita pasa saber si él mismo debe ser o no el candidato naranja del año próximo.

¿DE VERAS LE VEN

PLUMAS PARA GALLO?

La designación de Alejandro Higuera como subsecretario de Turismo ha desatado una larga serie de especulaciones que arrancan con la posibilidad de que venga a activar para convertirse en candidato morenista el año próximo, y mejor, si es a la alcaldía.

Según los antecedentes, Higuera ya había saturado su espacio como secretario particular. Muchas de las reuniones y acuerdos que debía tomar el gobernador se hacían medio a escondidas del propio Higuera, porque eran frecuentes las filtraciones o “las contras” a personajes específicos o hasta a miembros del gabinete.

La subsecretaría de Turismo es formalmente un gran espacio, pero la verdad es que los antecedentes no son muy halagüeños: ahí fue a dar el Químico Benítez cuando lo bajaron de la alcaldía y lo pusieron en stand by mientras llegaba su proceso judicial; para allá habían mandado a Fernando Pucheta en su primer acercamiento a Morena, pero éste prefirió renunciar a ser subalterno del Químico; para una subsecretaría mandaron a Ricardo Velarde Alarcón “el Pity”, cuando fue necesario darle uso a la dependencia municipal que encabezaba; allá mandan a Higuera, a hacer la tarea específica que originalmente le habían dado al Pity Velarde. ¿Puede haber futuro en esa designación?

UN RECLAMO INUSUAL

La política ha cambiado mucho. Las formas de expresar las cosas son distintas de las tradicionales y si antes el que se movía no salía en la foto, hoy no sólo hay movimiento, además hay quienes creen que la virulencia es una buena aliada para hacerse notar.

Es el caso de Guillermo Romero, aspirante a la candidatura morenista a la Presidencia Municipal, quien ha emprendido una fuerte campaña de proyección personal en espera de la postulación, desentendiéndose ya de su primer gancho con el morenismo, la militancia en el equipo de Marcelo Ebrard.

En una inusitada entrevista, Romero se lanza presumiblemente contra otros aspirantes, especialmente los que se manejan para Morena viniendo de otros movimientos o partidos ¿dónde estaban en la elección del 2021? Pregunta Romero.

Pero al calor del posicionamiento y para mostrar sus méritos, recuerda que él y su equipo le hicieron al hoy gobernador Rubén Rocha su primer evento en Mazatlán, y luego llega al punto de sostener: “nosotros hicimos ganar a Rocha”.

Si tuvo tantos méritos, debe ser considerado un elemento muy importante. Lo malo es que hay un antecedente muy parecido: Héctor Melesio Cuén dijo exactamente lo mismo, que por él y los suyos ganó Rocha. Y en estos momentos Rocha no está como para empujar una candidatura de Cuén, ni mucho menos.

QUEDAN POQUITOS

¡Y LOS QUIEREN CORRER!

La dirigente estatal del PRI, Paola Gárate, su secretario general el malovista Bernardino Antelo y el “delegado” especial Álvaro Ruelas, acaban de encontrar la fórmula perfecta para sacar al PRI del montón de escombros que lo cubren: expulsar a los diputados locales Ricardo Madrid, Cinthia Valenzuela y Cony Zazueta, por el expreso delito de ser de procedencia Quirinista.

De los ocho legisladores que originalmente tenían en la actual legislatura, tres se han ido por razones varias: primero se fue Feliciano Valle porque en la bancada nomás Madrid y Cinthia se comían las tortas; luego se fue Gloria Himelda Félix Nieblas porque adoptó el dicho de Manuel Clouthier Carrillo; y finalmente Daysi Judith Ayala, porque no la apoyaban en sus propuestas y al parecer en Morena son más comprensivos. Ahora quieren correr a Madrid, a Cinthia y a Cony, quedándose sólo con Mario Sergio Arredondo y Luis Javier de la Rocha. A Arredondo no le han podido hacer nada porque ha sido más cumplido que los propios dirigentes, pero De la Rocha nunca ha sido militante priísta.

Seguramente una vez que corran a los tres, para satisfacción del senador Mario Zamora, el PRI volverá a sus espacios de preeminencia política. Eso sí: Morena seguirá contando con los servicios de Madrid y Cinthia, que han servido para lo mismo que el agua de borrajas.