Este incremento obedece a un mayor saldo utilizado en líneas de crédito, así como la debilidad del peso frente al dólar durante el año pasado.
La deuda financiera de Pemex en el último trimestre de 2018, bajo la administración de Carlos Treviño, cerró con 105,800 mdd.
El gigante petrolero realizó actividades de financiamiento, incluido créditos bancarios de corto plazo por 64,800 millones de dólares y amortizaciones por 57,700 mdd.
Pemex enfrentó la peor crisis petrolera en su historia derivada de la pandemia de Covid-19, que destruyó la demanda de energéticos a nivel mundial ante los confinamientos internacionales y las restricciones a la movilidad.
En su reporte financiero enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa manifestó que no fue ajena a la crisis sanitaria y “enfrentó la por crisis de su historia”.
Casi 87% de la deuda de la petrolera está denominada en moneda extranjera, principalmente en dólares estadounidenses.
Tras renovar una línea de crédito, a disposición de su filial PMI Trading DAC, las líneas de crédito de toda la compañía ascendieron a 7,700 millones de dólares y 37,000 millones de pesos.
La compañía sigue luchando por estabilizar su producción petrolera que al final de 2020 se ubicó en 1.7 millones de barriles diarios, al tiempo que busca refinar más crudo para el consumo doméstico y reducir las importaciones de combustibles.
En febrero de este año, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador otorgó un estímulo fiscal a la firma energética por 5,000 millones de dólares, pero aún tiene vencimientos de deuda por 9,700 mdd para este año, de acuerdo con la calificadora de riesgo crediticio Moody’s.
Información por FORBES