“Destierro y Memoria”, la Tragedia de los Desplazados de Sinaloa en Exposición Fotográfica a la Ciudad de México

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*Sibely Cañedo y Rafael Villalba
*Plasmar el dolor humano al papel

Rafael Villalba, con 20 años de reportero gráfico, ha cubierto todos los temas del periodismo desde el económico, social, político, cultural, deportivo, espectáculos y hasta el policiaco. Confiesa en la entrevista que ha enfrentado riesgos por su profesión; también el dolor, como humano que es, al escuchar las tragedias de familias desplazadas por la violencia, abandonadas y olvidadas por las autoridades.

Por su calidad de los trabajos y luego de presentar una muestra fotográfica en Mazatlán, al lado de la también muy profesional del periodismo escrito, Sibely Cañedo, hace varios meses, hoy la secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Cultura, a través de la Unidad de Política Migratoria, Registro de Identidad de Personas, les llamaron para dar a conocer esa muestra fotográfica en una sala de la Biblioteca Vasconcelos de la ciudad de México, bajo el título “Destierro y Memoria”.

Muy contento, Villalba nos cuenta que son trabajos tomados a desplazados de la sierra de Concordia y que, por primera vez, los expusieron en el Museo del Arte en  Mazatlán. Son fotografías tomadas en la sierra, pero también hay otras en sus marchas, los plantones, las protestas y sus enfrentamientos con policías.

“Hicimos muchas fotografías en trabajos de investigación en la sierra”, agregó Villalba, quien realizó la exposición al lado de Sibely Cañedo, quien también aportó material gráfico y textos.

En las preguntas respondió que su labor periodística no ha sido del todo fácil y en ocasiones su vida ha estado en riesgo en balaceras de los años 2010 cuando la violencia, ligada a bandas criminales, azotó a la ciudad y puerto de Mazatlán.

El andar en la sierra, por caminos poco transitados, en busca de la información también implica riesgos de toparse con grupos de la delincuencia organizada.

Dice que no hay ego o vanidad en su labor, sino el derecho y la obligación de informar una realidad a través de una cámara, de una lente, a pesar de ver el sufrimiento y el dolor humano en esos rostros de hombres y mujeres cansados que parecen tener una tristeza infinita.

Es reflejar en el papel el dolor humano que no se le desea a nadie y, en consecuencia, la miseria de autoridades deshumanizadas que no salen de sus escritorios y del confort del aire acondicionado. “Hay, en los desplazados, una terrible soledad y un abandono total, mucha necesidad que duele, que estruja, al ver a familias completas sin tener que comer. Es de tragedia”, subrayó Rafael Villalba.