*Segundo día de problemas en uniformes
*Algunas empresas trabajarán mañana domingo
Por segundo día siguieron las aglomeraciones, las molestias y el enojo de cientos de padres de familias que, algunos estuvieron a punto de llegar a los golpes, porque las empresas responsables de entregar las útiles escolares y los uniformes para el próximo ciclo escolar 2014-2015, mantienen una actitud de “tortuguismo” con esperas de hasta 6 horas para entregar el equipamiento escolar.
Casa Granados, de la colonia Juárez, como otros textileros del centro de la ciudad, se vieron rebasados, una vez que el sistema de cómputo, donde se confrontan los vales de los padres de familia, se vieron muy lentos y el “sistema se caía a cada rato”. Las filas, las fotografías son evidentes, eran largas de hasta cien personas en espera de ser atendidos.
Incluso, la mayor parte de papeleros y textileros en aras de ofrecer un mejor servicio van a trabajar mañana domingo, algunos, hasta la dos de la tarde, porque el lunes los niños entran a las miles de escuelas de preescolar, primaria y secundaria.
En el recorrido de Sinaloa en Línea. com pudo observar que las papeleras Gran Oriente y Colibrí presentaron problemas menores para atender a la gente, sobre todo porque ellos entregaron los útiles escolares, pero los de mayor problema fueron las empresa de uniformes como Casa Granados, Señor Frogs, entre otras, donde las filas se hicieron largas, mientras que algunos padres de familia de manera irresponsable estacionaron los carros en doble fila e hicieron más grandes los problemas de entrega de uniformes.
La SEPyC Zona Sur, con el profesor Toribio Colado, al ver algunos problemas para recibir los útiles escolares y uniformes, dijo que el lunes los alumnos pueden presentarse sin uniformes. Mientras, la Secretaría de Innovación Gubernamental, que preside Karim Pechir, reiteró su preocupación de que las empresas y su personal no se capacitaron y ahora están resintiendo los problemas de pérdida de confianza de la autoridad y de los propios padres de familia.
En las largas filas, muchos padres, sobre todo madres, se desesperaron y empezaron a gritar sobre la pésima atención y de que las empresas preferían al
gente con dinero en la mano para comprar los útiles escolares que a los padres con vales. Hubo conatos de pleitos con los encargados de los negocios y con personal de seguridad de las empresas, incluso entre los propios padres que, al no avanzar las filas, se pensó se estaban metiendo adelante.