Desnudan ‘El metal y la Escoria’

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Gonzalo Celorio, ganador del Premio Mazatlán de Literatura 2015, regresó al puerto el pasado viernes para celebrar la primera edición del evento «Premio Mazatlán de Literatura: Encuentro con los lectores».

 Este evento literario forma parte del programa Letras Para el Puerto,  iniciativa del Instituto de Cultura de Mazatlán que bajo la dirección de Raúl Rico González,  busca acercar al público de manera directa con los ganadores de uno de los galardones más añejos y prestigiosos de las letras nacionales.

 El maestro Celorio atendió las preguntas e inquietudes de 16  lectores,  que se dieron cita para indagar los misterios de «El metal y la escoria», novela en la que Celorio explora la historia de su familia paterna con el único objetivo de exorcizar un conflicto que venía cargando desde 1973.

 Caracterizado por su  generosidad y personalidad afable, el ganador del Premio Mazatlán de Literatura 2015, respondió las preguntas de cada uno de los lectores sobre la historia,  personajes, trama y estrategias a la hora de escribir sus obras. 

 “El Metal y la Escoria” es una obra que desnuda la idea de cómo su familia fue encubada en torno a su abuelo, el pionero que vino de España a México; el autor  habla de sus tíos, los tremendos dilapidadores de una fortuna que el abuelo hizo en base al trabajo, y de él mismo, como miembro de una estirpe numerosa.

 Además, señaló que la obra no es una biografía, pues utilizó los recursos de la invención para dar a la historia un carácter literario y la imaginación para dotar de vida a sus personajes en vez de recurrir a datos estrictamente reales sobre su familia.

 Para explicar con más claridad el apartado, el maestro dio un interesante discurso sobre las diferencias entre la verdad y la verosimilitud en la literatura;  la primera simula la realidad,  y lo otro visto desde la literatura, jamás  ofrecerá los hechos duros, aunque esté basado en sucesos reales. 

 Por último, comentó que el gran móvil de la novela es la memoria: por un lado la necesidad de reconstruir la historia de su familia a partir de las evocaciones de su hermano Benito, y por otro, plasmar el miedo que inspira la posibilidad de perder la propia memoria a causa del Alzheimer, mal congénito presente en su familia.