¡Desde la casa de ‘los Gabos’! Ponen a la venta artículos personales de Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha

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En entrevista, la nieta del Nobel, Emilia García Elizondo, habla sobre la próxima apertura del armario de García Márquez.

El 17 de abril de 2014, la casa de Fuego 144 se vistió de luto; el 20 de agosto de 2020 se cerraron las puertas. Poco más de un año después, el 20 de octubre, la casa de ‘los Gabos’, como llamaban sus amigos más cercanos a Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha, vuelve a abrir las puertas para compartir las prendas que los caracterizaban.

Es imposible imaginar a Gabo sin alguno de sus tantos sacos de tweed con los que vestía casi a diario, o a Mercedes sin sus blusas y sacos.

Emilia, una de las nietas del escritor y directora del proyecto y de la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez, en entrevista habló de los pormenores de esta iniciativa que para su familia significa “darle continuidad a la ropa de mis abuelos”.

La idea surgió al ver los clósets de la casa llena de la ropa de la pareja; después de que cada uno de los miembros de la familia García Barcha eligieron lo que quería conservar, “no teníamos mucha idea de qué hacer con toda esa ropa que los Gabos habían dejado atrás; se nos ocurrió que era buena idea que siguiera su manera de vestir. Y que toda la gente que quiere tener algo de Gabo, de Mercedes y de su vida pudiera encontrarlo en este armario”.

Con base en esto, pensaron en que podían llevar a cabo una subasta, pero les pareció mejor idea que las personas pudieran visitar su casa, ver la ropa y comprar lo que quisieran.

El armario de los Gabos es muy importante porque el 100 por ciento de lo que se recabe con la venta se destinará a la Fundación FISAIM de Ofelia Medina. “Lo de donar todo el dinero fue algo muy obvio. Hubo dos grandes razones: mi familia y yo consideramos que la ayuda a los niños siempre es necesaria, y porque Ofelia Medina era muy amiga de mis abuelos también. Fue muy fácil decidir a quién”, expresó Emilia.

Aunque fue fácil decidirlo, no fue algo que Gabo o Mercedes dejaron dicho para que hicieran con sus pertenencias, como su nieta asegura: “No, ellos hablaban poco de su ropa y mucho menos de qué hacer cuando ya no estuvieran, era un asunto intocable para ellos, sobre todo para Gabo; era un tema que no quería tocar”.

Lo que sí tenía claro la familia es que los abuelos siempre fueron muy generosos y donaron, “nosotros tenemos que seguir haciendo eso”.

La decisión de qué prendas sumar al armario fue difícil por la cantidad de artículos que tenían, no por las prendas que debían poner a la venta. “Fue fácil porque hicimos una selección de prendas que eran muy de los Gabos, los vestidos, sacos y camisas de Mercedes, que eran muy de ella; con las cosas de Gabo fue mucho más fácil, las prendas hablaron solitas”.

 

Información por MILENIO