México se unió a un pequeño puñado de países que han autorizado el uso de la vacuna cubana Abdala contra el coronavirus.
La vacuna, que aún no ha recibido autorización de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) u otros entes reguladores multilaterales, tiene una efectividad de más del 90%, según han afirmado científicos cubanos en artículos hasta ahora sin revisión por pares y financiados por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), que la desarrolló, y por BioCubaFarma, el grupo estatal biofarmacéutico que la produce.
Estos son algunos datos que debes saber sobre esta vacuna.
Abdala, la vacuna de fabricación cubana
Al comienzo de la pandemia, Cuba, que durante mucho tiempo ha fabricado muchos de sus propios medicamentos, anunció que la isla no importaría vacunas ya que, según el gobierno, no podía permitirse competir con otros países por los medicamentos.
En cambio, el gobierno se centró en desarrollar sus propias vacunas, señalando que eventualmente podrían fabricarse en otros países o comercializarse entre los turistas visitantes como parte de las «vacaciones de vacunación».
Cuba fue el primer país de América Latina en producir tres vacunas de cosecha propia que alcanzaron la aprobación del uso de emergencia de su propio gobierno: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
A pesar del empeoramiento de la economía y el aumento de las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, la isla ha logrado desarrollar cinco candidatas a la vacuna contra el covid-19, tres de las cuales han obtenido autorización de uso de emergencia por la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba, Cecmed, una autoridad regulatoria local reconocida por la OMS. Al 23 de diciembre la OMS reportaba que aún estaba a la espera de información sobre la estrategia y el cronograma de BioCubaFarma para la presentación del pedido de autorización. En esa situación se encontraban tanto Abdala como Soberana 1, Soberana 2 y Soberana Plus (concebida como refuerzo de las dos previas).
Hasta el momento, el gobierno de Cuba reporta que ha suministrado más de 30 millones de dosis y cuenta con un 85% de su población vacunada, según datos recolectados por CNN en base a información de Our World in Data.
Hasta el momento no se han publicado estudios sobre la eficacia de la vacuna Abdala contra la variante ómicron, pero según el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se pondrán dosis de «refuerzo ante la amenaza” de la variante.
¿Cuál es la eficacia de la vacuna?
El diario estatal Granma reportó en noviembre que científicos cubanos atribuyeron a la vacuna Abdala una efectividad de protección contra la enfermedad grave por covid-19 del 92% y un 90,7% de efectividad contra muerte por esta enfermedad. Las cifras se dieron tras un estudio de efectividad realizado en La Habana entre el 11 de julio y el 31 de agosto de 2021.
De acuerdo con esa información, durante los ensayos clínicos Abdala demostró un 90% de efectividad en estudios clínicos, reportó Granma, señalando que durante la fase III de ensayos demostró «una eficacia de un 92,28% en la prevención de la enfermedad sintomática… en las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, con más de 40.000 voluntarios».
¿En qué países se usa la vacuna Abdala?
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de México (Cofrepis) anunció el 29 de diciembre la autorización del uso de emergencia de Abdala.
A través de un comunicado, la Cofrepis detalló que personal especializado realizó la revisión técnico–científica de la vacuna y determinó que cumple con los requisitos de calidad, seguridad y eficacia.
Además de Cuba y México, la vacuna Abdala ha sido autorizada en Vietnam, Irán, Venezuela y Nicaragua.
¿Cuál es el estado de la vacuna ante la OMS?
El presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz dijo el 26 de diciembre que Cuba avanza en la recolección de documentos exigidos por la OMS para su proceso de precalificación. «Hemos anunciado el interés de someterlas al proceso de precalificación» por la OMS, dijo Martínez Díaz. «El avance depende de nosotros».
«Decidimos pasar la producción para una nueva planta, la ubicada en el Mariel. Estamos iniciando la producción allí y adaptando la documentación, que se debe enviar a la OMS», agregó.
Según Martínez Díaz, mientras el proceso avance, «no existe ningún impedimento para usar las vacunas» en otros países, pues este procedimiento depende de la autoridad regulatoria de cada país.
Como el Gobierno de Cuba no ha recibido aún la autorización de uso de emergencia de la OMS para su vacuna, no se puede comprar a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud, dijo en septiembre el Dr. Jarbas Barbosa, su director adjunto.
Durante una sesión informativa de la OPS del miércoles, cuando se le preguntó si aquellos países que están teniendo problemas para comprar otras marcas de vacunas pueden considerar la Abdala como una opción, Barbosa dijo que «cada autoridad sanitaria tiene su propio marco legal en cada país y con base en ese marco legal, evalúan las vacunas y dan la autorización para su uso de emergencia». Remarcó que «no comentamos qué decisiones toma cada una de las agencias reguladoras nacionales de cada país. Esta es una decisión soberana de cada autoridad».
Y agregó: «No podemos hacer excepciones aquí. Tenemos que tener la autorización de uso de emergencia para que se pueda comprar a través del fondo rotatorio. Podemos facilitar que el país presente su información, pero solo para las vacunas que ya han recibido esa autorización».
Hasta el momento la OMS ha dado autorización de emergencia a 10 vacunas contra el covid-19. Las vacunas que han sido aprobadas en más países son las de Oxford/AstraZeneca (184), Pfizer/BioNTEch (122), Janssen/Johnson & Johnson (95) y Moderna (83 países), según datos de la OMS actualizados al 29 de diciembre.
El Fondo Rotatorio de la OPS ha estado trabajando con sus estados miembros para garantizar el acceso a las vacunas y así alcanzar sus objetivos de inmunización, ayudando a los países de las Américas a proteger a la población contra algunas de las peores enfermedades del mundo, como la poliomielitis, la viruela y el sarampión. El Fondo Rotatorio ha sido clave para comprender, recopilar y prever la demanda de vacunas.
