De Andy Warhol a Miley Cyrus, pasando por el príncipe Enrique o Elton John, recordamos algunas de las celebraciones más opulentas, polémicas y extravagantes del último medio siglo.
La vuelta al mundo de Paris Hilton.– Los Ángeles, Tokio, Londres, Nueva York, París y Las Vegas. Seis ciudades, cinco días, cuatro países y tres continentes conformaron la increíble infraestructura del 21 cumpleaños de la heredera del imperio hotelero Hilton en 2002, gastando más de 70.000 euros en el ‘todo incluido’ de cada invitado. Una fiesta que comenzó en la discoteca Studio 54 (con Donald Trump presente) y es recordada por el vestido metálico lucido por la joven, homenajeado años más tarde por otra hijísima, Kendall Jenner.
Ningún cumpleaños puede compararse con el del futbolista Ronaldo en su época en el Real Madrid. A su casa acudieron modelos, el conjunto de los galácticos y todo tipo de celebrities. Aunque en 2003 alucinamos con el desparrame de ese cumpleaños, el propio jugador aseguró en una entrevista en El Hormiguero que sus «fiestas fueron todavía mejores de lo que la gente podía imaginar». El grupo La costa brava le dedicó una canción y el propio Florentino tuvo que intervenir para que la vida nocturna de los jugadores no se fuera otra vez de las manos.
Elton John, Rey Sol – El mito de la música internacional se convirtió en Louis XIV de Francia en la fiesta temática que organizó en 1997 en Nueva York con motivo de su 50 cumpleaños y a la que acudieron 600 invitados. El traje y la peluca –culminada con un buque de guerra español– eran de tal dimensión que tuvieron que ser transportados en un coche aparte y con ayuda de dos ayudantes de cámara. Se rumorea que la fiesta le costó al Rocketman más de medio millón de euros.
La fiesta de disfraces del príncipe Enrique – Con solo 20 años, el hijo de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales puso en jaque a la monarquía británica y a todo el Reino Unido al lucir un disfraz de nazi en una fiesta celebrada en 2005. La vestimenta originó hasta un incidente diplomático con Israel, cuyo ministro de Exteriores tildó de “intolerable” el episodio, solo dos semanas antes del 60 aniversario de la liberación de Auschwitz. Enrique se disculpó públicamente por unas fotografías publicadas por el tabloide The Sun bajo el título «Harry El Nazi».
La gran noche de Truman Capote – “Pensé que sería interesante juntar a un montón de gente disparatada y ver qué sucedía”. Saboreando las mieles del éxito por su obra cumbre, A sangre fría, el escritor ofreció en noviembre de 1966 la considerada como la fiesta del siglo en el Hotel Plaza de Nueva York. Por la velada Black and White Ball se dejaron caer estrellas de la talla de Lauren Bacall, Frank Sinatra, Mia Farrow, Andy Warhol, Harper Lee, Henry Fonda, Óscar de la Renta, Greta Garbo o Tennesse Williams.
La gala truncada (a base de patadas) – Ensombreció todo lo ocurrido en la alfombra roja más esperada y comentada del año. La web TMZ conmocionó Internet en mayo de 2014 al publicar la grabación de la cámara de seguridad de un ascensor de la gala MET en la que se puede ver a Solange Knowles, hermana de Beyoncé, agredir durante varios segundos a su cuñado, Jay-Z, ante la pasividad de la estrella del pop. Hoy felizmente reconciliados (“no es mi cuñada, es mi hermana”, defiende el rapero), nunca se supo con exactitud qué llevo a Solange a atacar al padre de sus sobrinos, pero se rumoreó que fue fruto de la ira al enterarse de una supuesta infidelidad del autor de Empire State of Mind.
Los 22 de Miley Cyrus – ¿Quién necesita un toro pudiendo montar en un pene mecánico? Esa fue la gran atracción con la que la cantante y actriz agasajó a los invitados a su fiesta de cumpleaños en un club de Los Ángeles en 2014, de temática psicodélicasexual (consoladores en las paredes, muñecas hinchables, etcé.), y en la que también destacó una gigantesca tarta que acabó siendo arrojada a los presentes. Cyrus ya ha tenido malas experiencias con figuras fálicas, siendo despedida como actriz de doblaje de la película de animación Hotel Transilvania tras comprarle a su ex Liam Hemsworth una tarta con forma de pene y fotografiarse con ella.
El 50 cumpleaños del sultán de Brunei – Considerada como la fiesta más opulenta y extravagante jamás celebrada, el 15 de julio de 1996 Haji Hassanal Bolkiah se gastó hasta 27 millones de dólares (23 millones de euros) en un evento con más de 3.000 invitados (entre ellos el príncipe Carlos de Inglaterra), barra libre de caviar y champán, medallas de oro como regalo de cortesía a los asistentes y con Michael Jackson como amenizador de la velada. Visto durante años como un personaje simpático y excéntrico, solo recientemente la comunidad internacional y celebrities como George Clooney o Elton John han condenado al líder de un sultanato en el que el sexo gay y el adulterio pueden ser castigados con la muerte por lapidación.
Las “100 horas” de Kate Moss – La modelo organizó su particular festival de Glastonbury –suponemos que sin lluvia ni barro– para conmemorar su 40 aniversario en 2014, una celebración que se extendió durante todo un fin de semana. Massive Attack, Florence and The Machine y Mark Ronson actuaron en un evento al que acudieron celebrities de la talla de Naomi Campbell, Vivienne Westwood, Stella McCartney o Noel Gallagher.
Los ‘dulces dieciséis’ de Lily-Rose Depp – En 2015, la modelo y actriz eligió para celebrar la tan señalada fecha una insólita fiesta temática de cumpleaños: la Revolución francesa. La hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis homenajeó así sus raíces maternas con una fiesta digna del terror gótico de Tim Burton, con espadas, esposas y hasta una guillotina. No sabemos si haciendo un guiño al personaje de su padre en Sombras tenebrosas o no, pero Lily-Rose incluso lució un collar hecho de ajos. Seguro que ahuyentó por igual a vampiros e invitados.
La travesía asiática de Yves Saint Laurent – Cómo tuvo que ser la noche para que alguien como Andy Warhol dejara por escrito su amargo lamento por habérsela perdido. El diseñador francés alquiló en 1978 un barco para acoger a los 800 afortunados que habían recibido una invitación para celebrar junto al maestro el exitoso lanzamiento de su fragancia Opium. Decorado con 2.000 orquídeas hawaianas y un Buda de casi 500 kilos, por ahí pasaron Truman Capote, Diana Vreeland o Cher, finalizando la fiesta en el mítico Studio 54.
La fiesta blanca de P. Diddy – Desde que irrumpió en la industria de la música en la década de los noventa, la celebración anual veraniega del rapero en los Hamptons se ha hecho un hueco en el calendario estival. La edición del 2004, calificada por la revista GQ como “el día más estiloso de la historia”, superó todas las expectativas. ¿La prueba? P. Diddy, “el Gatsby moderno”, descendiendo del helicóptero con una copia original de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos bajo el brazo. Ni Los Javis pueden superar eso.
La borrachera de Jennifer Lawrence – Si tiene que ser la mismísima Miley Cyrus quien te recomiende frenar un poco el ritmo, quizá es que sí estás bebiendo demasiado. Esa fue la situación vivida por la actriz Jennifer Lawrence durante la fiesta pos-Oscar organizada por Madonna en 2014, presumiendo de tal borrachera que terminó vomitando en las escaleras de la mansión de la diva del pop. “Contrólate, chica”, le espetó Cyrus, según confesó la protagonista de Los juegos del hambre en el show de Seth Meyers.
Los más guapos de Andy Warhol – El mítico estudio The Factory sirvió como escenario para este Big Bang de la contracultura de los años sesenta, la fiesta conocida como “las 50 personas más bellas”, en la que no recibir invitación significaba la defenestración de la élite cultural de la época. Su musa Edie Sedwigck, Judy Garland, Montgomery Clift, Tennesee Williams, Brian Jones, Rudolf Nureyev y el poeta Allen Ginsberg fueron algunos de los asistentes al guateque.
La ‘Kali’ de Heidi Klum – La top model y presentadora alemana ha hecho de sus impresionantes disfraces de Halloween una tradición mediática más de la festividad. Sin embargo, no todos han sido bien recibidos por la opinión pública. En 2008, varios grupos representativos de la comunidad hindú le exigieron disculpas después de que apareciera vestida con un disfraz de la diosa Kali, que calificaron de “denigrante”.
La trifulca de Chris Brown y Drake – El club W.I.P, uno de los más exclusivos de Nueva York, se convirtió en 2014 en el escenario de una tremenda batalla campal entre los dos raperos y sus séquitos correspondientes. Hasta cinco personas resultaron heridas por los botellazos y puños que volaron en una reyerta que tiene como supuesto detonante el amor de Rihanna. Años después, Drake y Brown se reconciliaron e interpretaron juntos el tema No Guidance.