*Recibió un machetazo
*Pudo partirle la cabeza
Otra vez la crueldad, la infamia y la maldad se juntan para, en la figura de un par de jóvenes, atacar e intentar matar a “Canela”, una perrita de un año, que el brazo del mal enterró un machete en su cabecita y que estuvo a punto de partirle el cráneo en dos partes.
“Canela”, por su color de piel, vive gracias a la joven Elena Valdez, quien supo que sobre la avenida Insurgentes habían atacado a un animal canino, que presentaba sangre seca y que estaba a punto de morir; apenas se movía.
Elena dice que se trasladó a esa avenida y vio el estado tan mal del animal, a quien puso “Canela”, y de inmediato se contactó con David Castellanos, de la Fundación Amigos Sin Voz, para que le ayudara a recuperarla y llevarla a la clínica, pues “Canela” podría morir, mientras las moscas rondaban sobre la herida en la cabeza.
Sin embargo, fue una odisea trasladarla, pues la perrita estaba muy herida y huraña a los humanos que la habían agredido. Finalmente, se la llevaron al Fovissste Esperanza, donde está la Fundación Amigos Sin Voz, una clínica para animales y lo primero que vio el doctor fue hueso roto en la cabeza, con infección en la herida y casi con los sesos expuestos.
Después de una semana, hoy “Canela” está de nuevo con una mirada diferente y no de tristeza. La herida todavía se aprecia en los varios puntos de sutura, mismos que estarán en su cráneo otros 5 días más, pero ya “Canela” se aprecia diferente nos dice Elena Valdez que al ver todo el sufrimiento de una perra a punto de morir, que prefirió quedarse con ella y no lanzarla a la calles en donde la crueldad y los demonios parece que andan sueltos.
No es la primera vez que las personas se ensañan de manera brutal con los animales y por eso la joven Elena manda el mensaje de que si no quieren a sus mascotas o perros que mejor lo donen a una institución de animales para que se les busque dueño, pero no matarlos ni asesinarlos. Hay que hacer valer en la conciencia de que el perro o cualquier animal sigue siendo el mejor amigo del humano.