1.- En la sociedad informacional, en cuya plataforma impera el neoliberalismo, los ciudadanos están sobreinformados y por lo general desesperados, sobre todo los pobres y los más pobres de los pobres, por ello no es casual que exijan una gran diversidad de bienes materiales y recompensas inmediatas. Dicho lo mismo por Manuel Castells:
A) Hacia arriba el leviatán ya no puede controlar los flujos financieros, ni resolver los problemas de contaminación, del narcotráfico, la violencia y los problemas medioambientales, entre otros problemas, en los marcos de su propio territorio porque se han constituido en problemas globales.
B) Por otra parte, arrastran al Estado/nación las demandas locales de una sociedad a la que le han sido arrancadas sus condiciones de control cotidiano de su existencia, merced a la producción de una economía desterritorializada.
2.- Este fenómeno está ocurriendo en todos los países occidentales, y más aún en las repúblicas simuladas como las de América Latina. México ha sido paradigmático en estos mimetismos, donde presidencialismo ha impedido la conformación de régimen democrático, aún y a pesar de los múltiples contrapoderes que empezaron a gestarse progresivamente en la sociedad civil y en la prensa desde los años 70’s.
A) Entre otros factores de está debacle están los partidos políticos tradicionales que cargan en sus espaldas el mayor descrédito político y social de su historia. Todos han sido reducidos a su mínima expresión.
B) Pero ademas la carencia de legitimidad coincidió/permitió, en los últimos años, una profunda caída de la producción y del precio del petróleo que solía salvarnos de las contingencias nacionales e internacionales que hoy enervaban a la sociedad.
C) Pero además esa petrolización de la economía permitía al régimen que los empresarios y a la clase media pagaran –cuando no se los condonaban- impuestos de los más bajos de Latinoamérica, apenas 17.2 del PIB, cuando en Europa giran alrededor del 50%.
CON ESTOS HOYOS NEGROS EL TRIUNFO DE ALMO ESTABA CANTADO.
3.- La pérdida de fe y con razón de los artífices de la democracia -aunque haya sido en larva- favoreció el surgimiento de un hombre providencial, que con un discurso incendiario, repleto de medias verdades, cargado de resentimientos, sectarismo y una propuesta nacionalista, aprovechó las frustraciones de los electores. Vale decir que en estos queberes el gobierno de AMLO presentó y hoy presenta serios claroscuros:
A) En su campaña jamas se refirió a las difíciles condiciones internacionales, pues toda la carga de su discurso la atizó contra nuestra infausta clase política, la bien llamada mafia del poder. Pero hoy está AMLO está sufriendo los efectos de una crisis mundial para la cual nunca se preparó y que hoy que puede ahogar al mundo en una recesión, como ya está ocurriendo en Alemania, Francia e Inglaterra, por citar sólo tres ejemplos. México ya sufre esos efectos recesivos que no se advirtieron, amén de las embestidas de Trump por asuntos migratorios y tal vez en los meses por venir por la incorrecta política de seguridad que ha implementado.
B) Es también es preocupante su política petrolera, pues podría empeorar la crisis de PEMEX, cuya deuda es de 116, mil millones dólares. La razón es la siguiente: el programa de la 4T pretende transformar a México en un refinador autosuficiente, en vez de convertirlo en un excelente productor petróleo crudo, sobre todo porque la producción energías verdes lo sustituirán, tanto por la emergencia de de revertir el cambio climático como porque esas energías son más baratas.
Ojalá me equivoque, y los políticos de todos los colores y sabores que moran en el mundo , que en vez de pelear, canten juntos y el himno de la alegría y, asimismo, que mañana o pasado podamos bañarnos en petróleo como en antaño lo hicieron nuestros padres.
No omito decir AMLO está batallando hasta la náusea con las herencia maldita que le dejaron Caldero y Peña Nieto, pero sería la catástrofe que él cometiera errores del mismo tamaño; entre ellos los señalados.