La nueva investigación ofrece la evaluación más detallada de las muertes prematuras debidas a la contaminación del aire por combustibles fósiles hasta la fecha.
Otro estudio de 2017 había cifrado en 4.2 millones el número anual de muertes por todas las partículas en el aire -incluyendo el polvo y el humo de las quemas agrícolas y los incendios forestales-.
“Nuestro estudio ciertamente no es un caso aislado al encontrar un gran impacto en la salud por la exposición a la contaminación del aire, pero nos sorprendió la dimensión de la estimación que obtuvimos”, dijo Eloise Marais, experta en química atmosférica en el University College London, y coautora del estudio.
Las investigaciones anteriores, basadas en datos de satélite y observaciones en terreno, habían tenido dificultades para distinguir la contaminación causada por la quema de combustibles fósiles de otras fuentes de partículas nocivas, como los incendios forestales o el polvo.
El equipo de tres universidades británicas y de la Universidad de Harvard trató de superar este problema usando un modelo de alta resolución para dar una indicación más clara de los tipos de contaminantes que la gente respiraba en una zona concreta.
Ante la creciente preocupación por el papel que desempeña la quema de combustibles fósiles en el cambio climático, los autores dijeron que esperan que el estudio, basado en datos de 2018, proporcione un mayor impulso a los gobiernos para acelerar el cambio a una energía más limpia.
“Esperamos que al cuantificar las consecuencias para la salud de la combustión de combustibles fósiles, podamos enviar un mensaje claro (…) sobre los beneficios de una transición a fuentes de energía alternativas”, dijo el coautor Joel Schwartz, epidemiólogo ambiental de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
Información por FORBES