Como otras áreas del comercio, las ventas en el mercado de flores están desplomadas y apenas sale para “chivear”, dice el veterano comerciante José Benjamín Mendoza, quien acusa que hay otra amenaza: las extorsiones por teléfono, aunque él dice que no les hace caso.
“Por la inseguridad en el estado las ventas andan malas, han bajado hasta un 50 por ciento; hay un turismo espantado y un comercio deprimido, porque no son las ventas de la gente que viene a comprar el ramo de flores o la corona para un velorio, sino los eventos que se han caído y una boda, por ejemplo, la posponen para dentro de dos o tres meses, esperando que se calmen las cosas”.
La venta diaria es para comer, pero los eventos es lo que no hace obtener ganancias; “estamos como quien dice pescando, a ver cuándo pasa el cliente…”
Usted vive con miedo, se le pregunta a don Pepe y responde: “Si estuviera joven, tal vez, pero ya estoy viejo…”
Dijo que no quiere mandar un mensaje a nadie, porque no creo que me tomen en cuenta, pero “si digo que es una desgracia para México la inseguridad, el crimen, las extorsiones; yo ya voy de salida, pobre México”.
Afirma que le han hablado por teléfono para extorsionarlo, pero que les contesta que mejor vengan a ayudarlo a levantar el negocio, “porque no hay dinero”.