El gobierno tamaulipeco informó el jueves 5 que se trató de un enfrentamiento, pero el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo afirma que fue una ejecución.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación sobre la muerte de ocho personas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado jueves 5, que fue descrita como un “enfrentamiento” por el gobierno de Tamaulipas y como una “ejecución” por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL).
La CNDH informó en su cuenta de Twitter que ya comisionó personal para la investigación y para integrar el expediente respectivo. Además, emitió medidas cautelares dirigidas a la Secretaría de Gobierno de Tamaulipas y a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) enfocadas en la protección de las personas que han hablado con medios de comunicación y el CDHNL para denunciar la ejecución de sus familiares.
Previamente, la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas publicó un tuit en el que informó sobre la apertura de una carpeta de investigación tras la difusión de la denuncia del CDHNL en medios de comunicación.
También el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, se pronunció sobre el tema esta tarde, al decir que el gobierno federal “de ninguna manera va a tolerar una práctica como la ejecución extrajudicial“. Añadió que le compete al gobierno de Tamaulipas iniciar la investigación, pero en caso de ser necesario se planteará la atracción de las indagatorias por parte de la Fiscalía General de la República.
Desde la noche del martes, un video con logotipo del CHDNL comenzó a ser difundido en redes sociales y a ser retomado por medios de comunicación. En él se afirma que el presunto enfrentamiento que dejó cinco hombres y tres mujeres muertas en una casa de la colonia Valle de Anáhuac fue en realidad una ejecución.
El video afirma que lo ocurrido el pasado 5 de septiembre “se trata de una ejecución extrajuidicial en un escenario prefabricado de forma burda”, pues al menos cuatro de las ocho víctimas no estaban en la casa donde ocurrió la supuesta balacera sino en un domicilio de la calle Héroes de Nacazat, colonia Buenos Aires, a unos 10 kilómetros de Valle de Anáhuac.
Una mujer que sí vive en la casa donde murieron las ocho personas denunció que una de las víctimas es su papá, extrabajador de la empresa Coca Cola, y quien estaba con ella cuando irrumpieron policías estatales en su hogar.
Según su testimonio incluido en el video, los agentes derribaron la puerta y le ordenaron que se tapara la cara y que no viera nada. A su papá lo llevaron a la cocina, lo golpearon y lo asesinaron, luego lo desvistieron y le pusieron un uniforme militar y un casco negro.
Vecinos también negaron que haya habido un enfrentamiento, pues declararon no haber escuchado ráfagas de disparos sino tiros aislados, uno después de otro.
“La presencia de militares del Ejercito Mexicano acordonando el lugar e impidiendo el paso a las personas les ocasionaría una complicidad y una responsabilidad jurídica en materia de violación a los derechos humanos”, afirma la voz que narra el video.
Adicionalmente a la denuncia hecha por el CDHNL, Televisa y Milenio difundieron en sus respectivos espacios noticiosos un documento firmado por un comandante de la Policía de Tránsito de Tamaulipas, dirigido al Director de Tránsito y Vialidad, Mauricio Martínez Monroy, en el que le cuenta que la Policía Estatal de Tamaulipas le pidió que mandara una grúa para apoyar a agentes estatales.
En un reporte enviado a sus superior, indican los medios, el conductor de la grúa que atendió la petición denunció haber sido intimidado por policías estatales para que apagara su celular, enganchara una camioneta blindada negra y la llevara a la colonia Valle de Anáhuac, donde murieron las ocho personas. Esta camioneta sería la que, según el gobierno tamaulipeco, fue asegurada en el domicilio donde ocurrió el supuesto enfrentamiento.
Fuente: Aristegui Noticias