ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ
Entre la intelectualidad el tema de la moda no se lleva. Es un fenómeno destacable que mientras la moda no cesa de acelerar su normativa escurridiza, de invadir nuevas esferas, de atraer a su órbita a todas las capas sociales, a todos los grupos de edad, deja indiferentes a aquellos cuya vocación es explicar los resortes y funcionamiento de las sociedades modernas. La moda es celebrada en el museo y relegada al trastero de las preocupaciones intelectuales reales: está en todas partes, en la calle, en la industria y en los media, pero no ocupa ningún lugar en la interrogación teórica de las mentes pensantes. Esfera ontológica y socialmente inferior, no merece la investigación científica; cuestión superficial, desanima la aproximación conceptual. La moda provoca el reflejo crítico antes que el estudio objetivo, se la evoca para para fustigarla, para marcar distancias, deplorar la estupidez de los hombres y lo viciado de sus asuntos: la moda son siempre los demás.”
El autor del párrafo se llama Gilles Lipovetsky y fue escrito en la introducción de un sugerente libro cuyo título es El Imperio de El Imperio de lo Efímero. El autor también ha escrito La Era del Vacío, El Crepúsculo del Deber, La Tercera Mujer, entre otras obras de sugerentes títulos. El Imperio de lo Efímero es un estudio histórico que no se centrará sólo en Historia de Moda pura y dura, se le relaciona con aspectos sociológicos y psicológicos. Intentando responder a la pregunta: ¿Por qué la moda ha aparecido y se ha desarrollado en Occidente y en ningún otro sitio. Lean este Hermoso libro de Gilles Lipovetsky, hasta podría descubrir el porqué se pone lo que se pone y se quita lo que se quita. Pero vayamos con Chanel a París, porque como las obras que quedan y a sus creadores el tiempo los devora…
COMO BENITO JUÁREZ LLEGÓ DE ABAJO A LO MÁS ALTO.
| La codueña de Chanel No 5 se llamó Gabrielle Bonheur Chanel. Nació en Saumur, 19 de agosto de 1883 – París, 10 de enero de 1971) fue una diseñadora de moda francesa. Es una de las figuras míticas de la historia de la moda mundial, y su nombre es un referente internacional de la industria del lujo y del feminismo. Chanel fue hija de un vendedor ambulante y de una ama de casa, ambos de escasos recursos, por ello vivió muy pobre junto a sus cuatro hermanos. Cuando tenía diez años su madre murió de tuberculosis y el padre se desentendió de ella, enviándola al condado de Auvernia, al cuidado de las monjas de la Orden del Sagrado Corazón de María, quienes tenían un orfanato. El abandono de su padre, la muerte de su madre y la soledad espiritual marcaría para siempre la actitud de Coco hacia la vida:
«Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó»
Con las cuidadoras del orfanato, Gabrielle aprendió a coser y manejar el hilo y la aguja con especial habilidad, lo que hizo que a los 17 años las monjas del orfanato de Aubazine le consiguieran un empleo como costurera.
COMO EL INSIGNE PANCHO VILLA NUNCA DE CASÓ DE A DE VERAS.
Al tiempo que cosía, inició por una breve temporada su oficio de cantante de donde el viene su nombre artístico Coco Chanel. Con la ayuda de uno de sus primeros amantes partió a París, y en 1919 se instaló en un pequeño apartamento en el Boulevard de Malesherbes, donde rápidamente abrió su primera tienda de sombreros, “Chanel Modes”. En 1910 con el apoyo económico de su amante, Boy Capel, inaugura su primera tienda de ropa: Modas Chanel. Siempre apoyada económicamente por sus compañeros de cama, unos años más tarde se instaló en localidades que frecuentaban los ricos: Deauville (1912), Normandía (1913) y Biarritz (1915).
En 1918 se abrió en París, en el número 31 de la Rue Cambon, la primera Casa Chanel. Su asesora de relaciones públicas entre 1925-1939 y conexión con la nobleza británica fue Vera Bate Lombardi, sobrina de la Reina Victoria. En 1921 se alió con el empresario Pierre Wertheimer y su hermano Paul, para promover la creación del perfume Chanel Nº5, al cual se le puso este nombre porque era el quinto perfume de Coco Chanel, creado por Ernst Beaux, quienes aportaron el capital para promocionar el producto. Los Wertheimer retenían el 70%, Cocó el 10% y Theophile Bader el 20% de las ganancias.
LA TRASCENDENCIA DE COCO CHANEL.
Las modas, los modos y modismos de Chanel escandalizaron a los caballeros con su corte de pelo a lo garçone y convirtió el uniforme del orfanato, el vestido negro, en todo un clásico de la elegancia. Rompió los corsés y desplumó los sombreros para imponer un nuevo estilo en el que lujo y elegancia significaban sencillez y libertad de movimientos. Su joyería de fantasía, mezcla de piedras preciosas y metales baratos, perlas, cadenitas a la cintura, sus trajes sastre, los broches de C entrelazada y las camelias son los estandartes de una mujer que se hizo a sí misma, que forjó su propia fortuna y que revolucionó la manera de vestir de las mujeres del siglo XX. Con ella el tono bronceado de la piel dejo de ser un símbolo de pobreza y trabajo en el campo para convertirse en una moda que aún hoy perdura.
Coco eliminó la moda recargada que imperaba, diseñando prendas muy sencillas, cómodas, de líneas rectas, pero con un toque de alta distinción; su moda fue rápidamente adoptada por el encumbrado público parisino. Su frase más célebre fue: «Todo lo que es moda pasa de moda» o «La moda pasa, el estilo permanece» .Creó una ropa cómoda inspirada en los uniformes de los mayordomos y de los mozos de cuadra, pantalones y camisas marineras, una ropa cómoda para una época de guerra. En la década de 1920 lanzó un mítico perfume, Chanel Nº5, siendo la primera diseñadora que lanzaba un aroma y en la década siguiente aparecieron sus primeros cosméticos, una pequeña línea compuesta de lápiz de labios, colorete y polvos translúcidos.
LAS Y LOS FANS DE COCO CHANEL
En los años 50 era toda una celebridad, entre sus clientas se encontraban Brigitte Bardot, Catherine Hepburn, Jackie Kennedy, Elizabeth Taylor, Grace Kelly o Marilyn Monroe. Entre las celebridades y socialités que han vestido Chanel están Nicole Kidman, Audrey Tautou, Natalie Portman, Jennifer Aniston, Scarlett Johansson, Kirsten Dunst y Vanessa Paradis, así como Brad Pitt. Dentro de su competencia están Louis Vuitton, Christian Dior, Hermès, Burberry, Bulgari, Cartier, Gianfranco Ferré, Hugo Boss, Versace, Gucci y Prada.
Chanel tuvo muchos amantes pero ningún marido. Los dos grandes amantes de la diseñadora fueron ingleses. El primero, Arthur Capel, era un playboy y empresario que también trabajaba en misiones de inteligencia secretas entre París y Londres. Aquel hombre se casó con la aristócrata Diana Wyndham, para afianzar su posición, en 1918, aunque, según la biógrafa, su affaire continuó hasta la muerte de él en un accidente de tráfico en 1919. Deslenguada y dueña de un imperio murió sola en su habitación del Hotel Ritz el 10 de enero de 1971 en París. De su lengua nos dejó esta frase: «El lujo es una necesidad que empieza cuando acaba la necesidad»