No terminan de construirse los 8 cárcamos a lo largo de las avenidas turísticas, como la Camarón Sábalo, y ya representan problemas de anegaciones, encharcamientos y las grandes rejillas de acero para que pase el agua están taponadas con tierra, lodo, piedras y basura, de acuerdo con las fotografías exhibidas.
También se observan lentos los trabajos de las constructoras, quizás porque no llegan los cheques puntuales de gobierno del estado, pero los cárcamos se convierten problemas porque no sólo afectan, con las obras, los comercios cercanos, sino hasta el tráfico vial, pues los trascabos y camiones de volteo toman la avenida para maniobrar a su antojo sin importar las grandes filas de autos parados que se forman, sobre todo en las horas pico.
Mientras, los oficiales de tránsito para agilizar el tráfico brillan por su ausencia.
Lo bueno dice el ingeniero Juan de Dios Garay, director de Obras Públicas municipales, que por cierto los trabajos no son competencia del municipio, sino del gobierno del estado, es que los trabajos van a casi un 90 por ciento y tendrán que entregarse antes que termine este mes de septiembre.
Los 8 cárcamos que se construyen son para evitar los encharcamientos en la Zona Dorada.