Cara O Cruz

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LOS INSACIABLES PROFES DE OAXACA
ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ
¿Qué quiere la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, especialmente la de Oaxaca? Quieren volver al no tan viejo estatus en que esta organización controlaba las plazas y administraban los dineros que llegaban a ese Estado para “pagar” sueldos de los profesores a través de la IEEPO. Este desaguisado empezó durante el sexenio de Carlos Salinas, al trasladar recursos y facultades al gobierno de Oaxaca, lo cual preparó el terreno para este grupo firmara  la “Minuta de 1992” con el gobernador Heladio Ramírez, estableciendo un cogobierno sindicato-gobierno en el Estado.
Este acuerdo y su derogación por el Presidente Peña Nieto, en el marco de la mal llamada reforma educativa, creó un conflicto de casi seis años a través de manifestaciones, paros, plantones, peleas callejeras y todo lo que se requería para volver a tener las canonjías millonarias que habían perdido con el gobierno anterior. A este convite fueron invitados y subsidiados los profesores miembros de la Coordinadora a nivel nacional. Sus invitados especiales fueron los profes de Veracruz, Chiapas, CDMX, muchos de ellos ligados a grupos guerrilleros, según varios periodistas escritores.
PERO NO VAYAMOS TAN LEJOS, PORQUE HOY EL HORNO VUELVE ARDER.
La Coordinadora se alió electoralmente con López Obrador en 1918, creyendo que la luna era queso o algo parecido. Creyeron que llegando Obrador a la presidencia volverían por sus fueros, es decir, volver a controlar las plazas y la nómina de los profesores, amén de otras canonjías como la invalidación de las evaluaciones, aunque les importa primero, porque poderoso caballero es don dinero. Pero AMLO les ha reiterado en las mañaneras: “No queremos venta de plazas ni trafiques con la nómina. Eso no. Corrupción no. No se permite a nadie, aunque sean radicales o extremistas de derecha e izquierda”.
Dicho con más precisión, lo que la CENTE quiere hacer valer el artículo 62 de la ley 123 B de la Constitución, que la letra señala: “Las plazas de última categoría de nueva creación o las disponibles en cada grupo, una vez corridos los escalafones respectivos con motivo de las vacantes que ocurrieren, y previo estudio realizado por el Titular de la Dependencia, tomando en cuenta la opinión del Sindicato, que justifique su ocupación, serán cubiertas en un 50% libremente por los Titulares y el restante 50% por los candidatos que proponga el Sindicato. A esta ley se aferra la Coordinadora; pero el servicio docente -ingreso, permanencia y promoción- está acotado por el artículo tercero de la constitución, donde las plazas y otras dádivas del pasado las autoridades las han evaporado.
LA CENTE SE PUSO FÚRICA, MUY FÚRICA.
Como era esperarse, la CENTE Oaxaqueña enfureció. Se fueron a la CDMX y tomaron la Cámara de diputados. Tan furibundos andaban que no dejaron sesionar a los diputados, que esta vez, por primera vez, todas las fracciones parlamentarias se habían puesto de acuerdo, excepto tres diputados de Morena y los diputados del Partido del trabajo, que anda de queda bien con los rijosos oaxaqueños. Esta envestida fue de tal magnitud que obligaron a los diputados a darse unas vacaciones para darle tiempo al tiempo, mientras el prócer de Macuspana “dialoga” con ellos sin llegar a un acuerdo hasta ahora, pero solamente hasta ahora.
Si a AMLO no le tuerce la mano la Coordinadora o si ésta no se la tuerce a él, tenderemos una reyerta en los próximos 6 años donde el nuevo gobierno no se la acabará, como se prefiguró en estos días pues ya preparan un paro indefinido donde dejarán a niños y a jóvenes sin clases y a la CDMX convertida en un muladar. Y no nos confundamos esta guerra que se antoja prolongada entre la CENTE y las autoridades, nada tiene que ver con la educación y sus alrededores, ni siquiera es un asunto laboral, es simple y llanamente  una pelea en la que permitirá o no que los profes vuelvan a controlar el presupuesto educativo y las plazas, que les sirven para controlar al magisterio y hacerse ricos vendiendo plazas hasta en 70 mil pesos. Y al parecer las cordinadoras de Veracruz, Chiapas y CDMX perseveran en la misma dirección.