¡Buen Viaje Compañero Max!

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*Cenizas al mar que tanto amó

*Uno de los “grandes” de Morena

Max Ruiz Arias estuvo esta tarde por última vez en Palacio Municipal de Mazatlán. Su familia, sus amigos, tres alcaldes y funcionarios municipales le hicieron un emotivo homenaje que llegó a las lágrimas para algunos presentes.

Maximiliano Ruiz era querido, amado y respetado; hoy lo despidieron en Cabildo Municipal y le desearon “buen viaje”. Parte de sus cenizas ya están en estas aguas del Océano Pacífico por el que tanto luchó como hombre y como diputado federal.

La urna con sus cenizas la trajo a este recinto su esposa, Lorena Tamayo, en donde a la llegada todos se pusieron de pie. Un humilde, pero hermoso decorado para despedir al ingeniero, al político, al amigo, al compañero, al padre y esposo.

Nació en tierras nayaritas en 1946, pero creció y desarrolló su vida en Mazatlán, al que amó entrañablemente; murió la semana pasada, el cáncer se lo llevó. Esta tarde partió en definitiva.

En el salón de Cabildo Municipal, adaptado para esta ceremonia especial, con un camino de flores, alfombra roja y un coro musical exprofeso. La mayoría de los presentes de blanco, hombres y mujeres, pese a todo, tranquilos por asistir al homenaje de una gran persona como lo fue “Max”.

Ahora Max llegó en una urna, cobijado por los brazos de su esposa, Lorena, la extraordinaria compañera que estuvo en las buenas y las malas con la pareja amada.

En esos 20 minutos del homenaje hubo pocas guardias, que iniciaron los alcaldes de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres; de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro; y de Concordia, Felipe Garzón, acompañando a Lorena Tamayo y los seis hijos.

José de Jesús Flores Segura, secretario del Ayuntamiento, inició los mensajes de despedida al político y parlamentario. Pidió un minuto de silencio y luego dijo unas breves y sentidas palabras de reconocimiento y respeto.

Cedió el micrófono al alcalde Benítez Torres, mientras la esposa de Max dejaba escapar lágrimas rebeldes parada, muy cerca de la urna. El alcalde mazatleco inició con palabras de tristeza y dolor por el amigo que se fue; por el que luchó por hacer de México un país y un Mazatlán mejor…

Pero el hombre recio y el munícipe enérgico a los pocos segundos se le quebró el alma y las lágrimas también brotaron, se le ahogo la voz y Gaby Peña continuó en la lectura del mensaje escrito y dijo que “se fue un grande uno de los grandes de Morena”. La presidenta del DIF hizo un brevísimo recuento de la vida de Max para terminar también con lágrimas en los ojos y con un “buen viaje compañero”.

Lorena Tamayo seguía llorando en silencio, apenas levantaba la mano izquierda para quitarse esas lágrimas de su cara.

Enseguida, Kathleen Tamayo, hija, habló a nombre de la familia para reconocer al padre amoroso, al esposo, compañero leal, fiel amigo, pero también se le quebró la voz y con sollozos continuó para comentar del hombre humilde, sabio, espiritual y que con duro trabajo, sin riquezas, sacó a los seis hijos adelante.

Al término de este mensaje los asistentes prodigaron un caluroso y prolongado aplauso para Max.

El abogado Flores Segura dio las gracias a la concurrencia; Lorena y algunos familiares entraron al despacho del alcalde Benítez Torres para minutos después dirigirse a La Puntilla, donde arrojaron cenizas de Max a esas aguas del Pacífico Mexicano.

https://youtu.be/wxeMfyegumQ