*70 años de servicio
*Sin equipos y salarios
Después de una historia de servicios y esfuerzos de 70 años, los bomberos de Mazatlán siguen en parecidas condiciones: falta de equipamiento, infraestructura, bajos salarios y el 90 por ciento del personal sin sueldos, pero eso sí con “mucha vocación de servir a la gente”, dice el comandante Roberto Roque Castañeda, comandante general de las estaciones de Insurgentes, Villa Florida y Gabriel Leyva.
Los bomberos de Mazatlán celebran hoy su día, con mucho trabajo porque los siniestros no respetaron en la madrugada de hoy hubo un incendio en la colonia Juárez. Dijo que todo este mes han tenido diversas actividades, desde simulacros y cursos de capacitación y, precisamente, ayer por la tarde se entregaron reconocimientos y ascensos a quienes se superaron en la teoría y la práctica.
El comandante Roque Castañeda dijo que la noche de ayer las tres estaciones tuvieron su cena y esta mañana un desayuno; hoy por la tarde, habrá un desfile con los carros-bombas y todo el personal por la avenida Rafael Buelna hasta el Valentinos, tomar el Malecón hasta los Escudos y luego a Catedral para una misa de honor; más noche, frente a las instalaciones de la CFE, tendremos nuestra fiesta oficial en donde esperamos la presencia del alcalde Carlos Felton González.
El heroico “traga-humo” aceptó que hace falta equipamiento, a pesar de contar con 10 carros-bombas; no se cuentan con escaleras telescópicas, mientras que la ciudad no cuenta con hidrantes. Apuntó que el hasta los uniformes que usan en los combates al fuego son de segunda, del desecho de los países del norte de México.
El comandante Roque Castañeda dijo que bomberos Mazatlán tiene una historia de 73 años al servicio de la comunidad y que nacieron, a un lado de la Presidencia Municipal, y después la primera estación se montó en la avenida Gabriel Leyva; son 110 bomberos, en las tres estaciones.
Roberto nos confiesa que “son muy pocos, los que en estos tiempo se atreven a ser bomberos; sacamos hace unos días una convocatoria y muy poca gente se acercó; quizás no tienen vocación o la falta de servicio; yo llegué aquí por la adrenalina, pero después me gusto el poder ayudar y servir a la gente”.
Roque Castañeda finalmente dice que algo que lo emocionó y marcó para siempre de ser bombero, es haber salvado, un 22 de agosto hace dos años, a una madre y a su hija de un incendio; es algo que “nunca lo voy a olvidar; salvar a dos seres humanos”.