Desde este miércoles, la autopista Mazatlán-
Durango tiene interrumpido el flujo vehicular;
desvían tráfico a la carretera vieja en Santa Lucía
Tras permanecer tres días en manifestación pacífica, los ejidatarios duranguenses afectados por la construcción de la autopista Mazatlán-Durango cerraron completamente el paso, exigiendo la presencia de una autoridad que atienda sus exigencias de pago por los terrenos de que se apropió la SCT para realizar la obra.
Desde el lunes, los manifestantes –unos quinientos- tomaron la caseta de cobro de Coscomate y aunque no estorbaron el tráfico, sí impidieron el cobro a los choferes y automovilistas. A pesar de ello, no hubo una sola autoridad que se acercara a buscar una solución.
Durante unos dos años, habitantes de los ejidos Pueblo Nuevo, El Salto, Chavarría, han exigido el pago de las indemnizaciones a las que tienen derecho por la pérdida de sus terrenos a favor de la construcción de la carretera, pero hasta ahora no han logrado absolutamente nada.
Recurrieron a la paralización de las obras; fueron a la Ciudad de México, estuvieron en diversas mesas de diálogo, pero no consiguieron acuerdos, ni siquiera uniendo sus reclamos a los de afectados por la carretera Mazatlán-Tepic o por el libramiento III, de Mazatlán. Las cosas han seguido exactamente igual, se quejan.
Este miércoles por la tarde cerraron completamente el paso y provocaron la presencia de elementos de la Policía de Proximidad Social –antes Federal de Caminos- que se limitaron a tomar nota de los hechos y a montar un operativo para desviar el tráfico al poblado de Santa Lucía, para que los conductores sigan por la carretera vieja hasta volver a subirse en el entronque con el poblado de Chavarría, y viceversa. Con ello se deshizo el nudo que en poco tiempo se armó sobre la autopista.
Hasta el anochecer del miércoles, los ejidatarios y comuneros seguían esperando a alguien que estuviese dispuesto a llegar a acuerdos para resolver la controversia.
