Nos cuentan que en la fiscalía capitalina, que encabeza Ernestina Godoy, preocupó sobremanera la ola de críticas que ha recibido la institución desde el lunes por su apresurada resolución en la que, en seis días y sin tomar declaración al abogadoÉdgar Ulises Báez, dieron por hecho que él plagió la tesis de la ministra Yasmín Esquivel, publicada un año después.
Tanto escozor y dolor han causado las críticas contra la fiscal que ahora dicen que la investigación sigue abierta. En este diario le dimos a conocer la resolución de 17 páginas, con sellos y firmas, en la que concluyen que Báez fue el copión, el pirata de la trama, pero que dado el tiempo transcurrido no ejercerían acción penal.
El documento sí existe y también existe la Ministerio Público, adscrita a la fiscalía, doña Araceli Gómez, quien afirma que, con las pruebas presentadas, la ministra fue víctima de plagio. Y también, ahí mismo con sellos oficiales, se resuelve el no ejercicio de la acción penal contra Édgar Ulises Báez.
La carpeta de investigación CIFIEC/ACI/UI-2 C/D/00647/12-2022, dice que Esquivel Mossa “no copió ni en partes ni en su totalidad” la tesis de licenciatura de Édgar Ulises Báez Gutiérrez, sino que por el contrario, este último tomó “varias referencias y texto” del proyecto que comenzó en 1985.
Nos dicen que ahora resulta que doña Ernestina reconoce solo una parte de lo que viene en la carpeta de investigación. ¡Caray!
¿Será que Godoy y su equipo de sabuesos se arrepintieron de su investigación exprés tras la votación en la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
