1.- Los problemas de corrupción no fueron el punto más álgido del desprestigio de Peña Nieto. El camino de franca ilegitimidad del expresidente empezó al día siguiente del asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa. De este abominable crimen sus “adversarios” culparon a una abstracción: primero la denominaron crimen de Estado, que al poco tiempo tuvo nombre y apellido: la responsabilidad de esa barbarie fue única y exclusivamente de Enrique Peña Nieto.
2.- Pero esta “verdad de hierro” como la legítima búsqueda de 43 desaparecidos, eclipsó otras búsquedas; por ejemplo: quiénes fueron los autores intelectuales de esta masacre: porque hasta ahora los acusadores de Peña Nieto no han probado sus dichos; pero tampoco el expresidente hizo lo
necesario: no hizo siquiera el intento pescar a los tiburones que orquestaron este crimen, porque para haberlo perpetrado se requirió una enorme y sofisticada infraestructura, a tal punto que pudieron desaparecer en un santiamén a los normalistas de la faz de la tierra
3.- Los normalistas aún siguen desparecidos y su paradero es todavía un misterio; pero también es un misterio quiénes fueron los autores intelectuales de este abominable hecho. Fueron muchos y disímbolos los frentes de encono abiertos en el país por las acciones e inacciones que hizo y deshizo el expresidente antes y en esa fecha, y es posible que algunos de los enemigos que se creó haya el puesto el “cuchillo” en las manos de los criminales para que asesinara a los estudiantes de Ayotzinapa.
4.- Se requiere, en efecto, investigar quiénes fueron los autores intelectuales de este crimen yendo más allá del contexto en el que ocurrió esta barbaridad. Sobre todo porque la presunta “Verdad Histórica” de Murillo Karam, sonó falsa. Después vinieron grupos de experto para develaran este entuerto, los cuales dieron varias vueltas sobre propios pasos y después se marcharon a sus países con más dudas que certidumbres. De tal suerte investigación sigue abierta.
5.- En esa vorágine de discursos y acusaciones, Andrés Manuel López Obrador prometió resolver este doloroso y enigmático caso, tanto en sus días de campaña como siendo presidente electo y después presidente en funciones. El 26 de septiembre de 2018 el presidente electo recordó que en campaña dijo que ayudaría a «aclarar lo sucedido en el lamentable caso de la desaparición» de los jóvenes. «Y lo vamos a cumplir», añadió.
6.- El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue sin esclarecerse a 13 meses de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y más de cinco años de su desaparición. La búsqueda del actual gobierno inició formalmente con la creación de la Comisión de la Verdad y el Acceso a la Justicia en el caso de Ayotzinapa, el 4 de diciembre de 2018, comandada por Alejandro Encinas Rodríguez, que es además Subsecreatrio de Derechos Humanos, Población y Migración a cargo de la Secretaría de Gobernación.
7.- En este período laberíntico y de incertidumbre, México ha accedido a una petición de la Organización de Estados Americanos vía la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que los investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) regresen a las pesquisas, después de romper con las autoridades mexicanas en 2016, por el nada claro informe de Murillo Karam sobre este crimen.
8.- Hoy 9 de enero de 2020, AMLO expresó, no sin preocupación:»Yo quisiera tener ya resultados; es una espina que tenemos clavada», ha comentado este jueves López Obrador en su conferencia matutina, unas horas antes de reunirse con los padres de las víctimas. «Esperamos que el GIEI pueda fortalecer la investigación», ha dicho Vidulfo Rosales, portavoz de los familiares tras el encuentro en el Palacio Nacional, la sede del Ejecutivo mexicano.
9.- Como es visible el caso de los estudiantes de Ayotzinapa es un hueso duro de roer. Es en verdadero enigma, quizá sea necesario tomar en cuenta la sugerencia que se hizo de este artículo: Buscar al autor o a los autores intelectuales de este horrendo crimen. Es posible hacerlo buscando y encontrando a ese tipo o banda de tipos que moran en las alturas pero que tienen las manos metidas en la charca del crimen organizado.
10. Estaremos para verlo.
