El país tiene una de las cifras de contagios diarios más altas de Europa y una incidencia de casi mil casos por 100.000 habitantes
Tras ser el primer país europeo en aplicar el confinamiento para no vacunados a principios de semana, Austria ha dado un paso más allá al anunciar este viernes que a partir del lunes ampliará la medida a toda la población durante al menos 10 días, que podría extenderse a 20 días si fuera necesario. Además, también obligará a la población diana a vacunarse a partir del 1 de febrero. «Hemos adoptado una decisión muy difícil», ha confesado el canciller federal, Alexander Schallenberg.
«Los ciudadanos deberán asumir nuevas restricciones durante 20 días (se revisarán a los diez días) porque hubo demasiados que han sido insolidarios. Les pido que sigan las medidas y que reduzcan los contactos», ha declarado el canciller federal en referencia a las personas que han rechazado vacunarse. A los que sí han aceptado la inyección, el Schallenberg les ha reconocido el esfuerzo que deberán afrontar los próximos días: «Exigimos mucho a los vacunados».
«.Los ciudadanos deberán asumir nuevas restricciones porque hubo demasiados que han sido insolidarios».
«A pesar de meses de persuasión, no hemos podido convencer a suficientes personas para que se vacunen», ha admitido el canciller, en una rueda de prensa. «Hay demasiadas fuerzas políticas en el país que luchan contra ella (la vacunación)», ha sido un «ataque a nuestro sistema de salud», ha lamentado. En este sentido, el canciller también ha anunciado la vacunación obligatoria a partir de febrero de 2022 de todos los residentes del país, en el que alrededor del 66% de la población tiene la pauta completa, una de las cifras más bajas de Europa Occidental.
La cifra de contagios de Austria es una de las más altas del continente, con más de 15.000 casos diarios en las últimas 24 horas, un nuevo máximo desde que comenzó la pandemia. La situación epidemiológica es alarmante – con una incidencia de siete días de 971,5 casos por cada 100.000 habitantes- y demuestra que las medidas adoptadas hasta ahora, como las restricciones al movimiento de los no vacunados de principios de semana, no han frenado el aumento de los contagios, tal y como advertían algunos expertos.
Sin esperar la decisión del Gobierno central, las dos provincias más afectadas de Austria, Salzburgo y Alta Austria, ya habían anunciado el jueves que implementarían el cierre a partir del lunes de todos modos porque «no quedaba otra alternativa».
La esperanza es que la extrema medida permita controlar la ola a tiempo y levantarla antes de que empiecen las fiestas de Navidad. Como muy tardar, hasta el 12 de diciembre, fecha a partir de la cual se regresaría al confinamiento para no vacunados. A la espera de que el Gobierno austríaco concrete los detalles del confinamiento, es probable que mientras esté en vigencia solo puedan abrir los supermercados, las farmacias y las tiendas, mientras que los restaurantes, cafés y bares tengan que cerrar. En este sentido, los ciudadanos solo podrán salir a la calle por cuestiones urgentes o por razones médicas, también para hacer ejercicio o ir al trabajo.
INFORMACIÓN: «LA VANGUARDIA2.