Auroras Boreales, Consecuencia de Tormentas Solares

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Enrique Vega Ayala
Cronista Oficial de Mazatlán.

El 3 de septiembre de 1859 se pudo apreciar una aureola boreal en Mazatlán. Igual que la reportada entre el 10 y 11 de mayo de 2024, también se debió a una tormenta solar muy potente. Hace 165 años se denominó Evento Carrington a la gigantesca llamarada solar registrada entonces como «la más potente tormenta solar de la historia».

Según el periódico «La sociedad», resguardado en la Hemeroteca Nacional, las líneas telegráficas fallaron, incluso se registraron cortocircuitos e incendios en algunas oficinas de telégrafos, y lo largo de Norteamérica y Europa.

Amado González Dávila en su libro «Diccionario geográfico, histórico, biográfico y estadístico del Estado de Sinaloa», transcribe una presunta descripción del hecho: «El cielo del puerto se empezó a teñir… en la parte noroeste de la ciudad de un color escarlata vivo.

Del horizonte se elevaba un bello cortinajes que llegaba a una altura considerable y contribuía a hacer más hermoso el espectáculo: era un océano de fuego salpicado de estrellas». La nota, probablemente está tomada o fue recreada del texto testimonial escrito por don Bartolomé E. Almada, a quien se atribuye la narración más viva de aquel fenómeno y cuyo diario personal narra sus vivencias en Álamos, Mazatlán y la Cd. de México.

Dávila concluye el relato diciendo que «las consecuencias fueron múltiples: supersticiones, pánico colectivo, escándalos públicos y agitaciones de partidos políticos y religiosos que demuestran la incultura de esa época y la infancias de las luchas cívicas».
Aunque, posiblemente hoy todavía hay quienes piensan, como diría la abuela de un amigo mio, «es señal del cielo advirtiendo el acabose del mundo».

Sergio Herrera y Cairo, otro autor que transcribe la descripción de la aurora boreal decimonónica, en su libro «Tesoro en Mazatlán», llega a una conclusión que pareciera más de hoy que de aquellos años, cuando afirma: «en lo referente al turismo mazatleco de mediados del siglo XIX trajo buenos resultados. Eran muchos los viajeros quienes creían que de un momento a otro se podía repetir el mismo fenómeno: la aurora boreal».
Nota al margen: También en 1859 está registrado el primer.eclipse solar total en el Mazatlán post colonial.