*Tenía emisión sabatina en la 970 Am Fiesta Mexicana, con su programa “Así es Mi Tierra”, donde fue asesinado
*Espacio pagado por él, utilizado para hablar de su trabajo como líder de los comuneros de la presa Picachos
Era una mañana como cualquier otra, Octavio Atilano Román Tirado había salido de su casa, ubicada en el fraccionamiento Sábalo Country con destino a la avenida Alemán, de manera concreta a las instalaciones de el Sol de Mazatlán, para abrir micrófono y empezar su emisión sabatina “Así es mi tierra”, en la estación Fiesta Mexicana, espacio que el mismo pagaba mes tras mes, y utilizaba para hablar de sus actividades como comuneros desplazados por la construcción de la presa Picachos, siendo por años dolor de cabeza de gobernadores y funcionarios.
Pero en esta ocasión, antes de finalizar su programa, a las 10:42 de la mañana, en la central de radio, que se conoce como c4, se recibió el llamado de emergencia, que una persona había sido herida con arma de fuego, en el interior de las instalaciones del periódico el Sol de Mazatlán, impreso de la cadena Organización Editorial Mexicana –OEM-.
Bastaron unos minutos para que se conociera que la persona herida, fue Atilano Román Tirado, según versiones de los testigos, -que se contradicen- fueron dos o 4 personas las que ingresaron hasta la cabina de radio 970 AM, Fiesta Mexicana y sin mediar palabra dispararon a quemarropa contra el líder comunero, que recibió dos impactos en la cabeza, y uno de ellos en el rostro. Se dijo que utilizaron armas cortas.
Así como entraron, salieron. Nadie se percató de las personas, pues ahí no hay cámaras de vigilancia, ni seguridad que impida el paso, todos entran cuando quieren y salen como quieren.
Al poco tiempo del llamado de auxilio, una ambulancia de la Cruz Roja arribó al Sol de Mazatlán, para trasladar al herido al hospital Sharp, donde fue recibido en el área de urgencias y llevado al Quirófano, para ese entonces familiares del líder ya iban llegando, entre ellos su esposa
Luego de estar unos minutos a la espera, la señora de Atilano se acercó a la puerta del quirófano para preguntar por la salud de su esposo, cuando le salió al paso, el médico internista Ricardo Huerta, quien la tomó del hombro y le notificó que había fallecido Atilano Román, para ese entonces el reloj marcaba las 11:21 horas.
Todo fue confusión, intentos de llantos fuertes, abrazos, consolándose unos a otros, pasaron los minutos, y luego arribó el ex alcalde Alejandro Higuera Osuna, hoy actual director estatal del Conalep en Sinaloa, quien con su clásica soberbia repelió a los medios de comunicación, concretándose a decir que él estaba ahí para atender a la familia, de la cual se dice él forma parte.
Entre los presentes las mujeres lideresas del movimiento, María José Osuna y Hortensia Gutiérrez, quienes tampoco quisieron hablar, el llanto les ganó.
A los pocos minutos llegó Irma Tirado, ex candidata a la alcaldía de Mazatlán, y actual funcionaria de la delegación de Oportunidades de Sedesol, quien en breve plática con los medios de comunicación lamentó el deceso del líder y pidió como ciudadana se esclarezca el crimen, y que su presencia ahí obedecía a su cercanía con la familia, conoce a sus hijos, que están en desarrollo y que hoy pierden un padre.
También llegaron al hospital el secretario general de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros y el procurador general de Justicia en el estado, Marco Antonio Higuera Gómez, quienes no emitieron declaración alguna.
Después del reconocimiento del cuerpo y hacer los trámites para la entrega del mismo, se informó por parte de los allegados a la familia, que será velado en la funeraria Renacimiento del centro de la ciudad.