*Personas e incluso escuelas realizaban visitas a este asilo antes de que tuvieran que cerrar sus puertas por la pandemia
Sor Inés Quintana, encargada del Asilo de Ancianos La Inmaculada, informó que en el mes de julio o agosto esperan poder recibir a pequeños grupos de visitantes que convivan con los adultos mayores que ahí viven.
“Les hace mucha falta esa compañía de personas que llegan de fuera, porque los escuchan, les cortan las uñas, a las señoras les pintan las uñas”, comentó Sor Inés.
Dio a conocer que había un grupo de personas que iba al asilo a jugar lotería con ellos y una señora que les llevaba música y postres, sin embargo, dejaron de asistir por el tema del COVID.
El mensaje que Sor Inés quiere compartir es hacia las familias, a que aprecien a sus abuelos, que les tengan paciencia y toleren que repetirán y tendrán que repetirles las cosas, sus olores, porque comienzan a perder el control de sus esfínteres, entre más cosas que requieren que las familiares sean pacientes.
“Si tenemos el respeto y el amor por un adulto mayor, habrá quien lo tenga por cada uno de nosotros cuando estemos en esa etapa de la vida”, enfatizó.
