Mazatlán, Sinaloa, 03 de octubre de 2025.-
El pasado jueves 2 de octubre, el Maestro en Ciencias Fernando Enciso Saracho, conocido afectuosamente como «El Mano,» compartió su vasta experiencia de más de 40 años en la investigación y protección de las tortugas marinas en el programa «La Ciencia también es Cultura,» una iniciativa del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte en el Museo Casa del Marino.
El evento, que busca explicar la importancia de la investigación y divulgación científica de manera sencilla a la comunidad de Mazatlán, atrajo a jóvenes, estudiantes de biología pesquera y público en general interesado en la conservación de estas especies.
En su participación, Enciso Saracho destacó cómo el arte ha servido como un medio poderoso para el activismo y la transformación social.
Recordó que artistas como Leonardo da Vinci, Vincent van Gogh, Salvador Dalí y Miguel Ángel han dejado un legado imborrable con sus obras. Además, resaltó el poder del arte para generar reflexión y cambio social con ejemplos como el mural Guernica de Pablo Picasso, que influyó en la conciencia pública sobre los horrores de la guerra.
Para hacer más tangible el tema de la conservación, Enciso Saracho llevó consigo varias obras pictóricas de su colección personal, una tortuga disecada y un nido de tortuga artificial. Hizo un recorrido por el arte rupestre y murales al presentar ejemplos de la representación de tortugas en el arte rupestre de Baja California y murales modernos en Culiacán y Mazatlán. También mencionó las obras del artista oaxaqueño Francisco Toledo.
El Cine y los Quelonios
El expositor abordó la presencia de las tortugas en el cine con obras como «El diario de la tortuga» y «The Silent One», películas en la que los protagonistas establecen una conexión especial con los quelonios.
Folclore Indígena y Danzas: Fernando Enciso compartió la profunda conexión cultural de varias etnias mexicanas con las tortugas. Mencionó que los indios Huaves en Oaxaca tienen la «Danza de la Tortuga,» una tradición que utiliza el caparazón de tortuga como instrumento musical autóctono, tocado con un asta de venado. También se refirió a la «Fiesta de las Siete Picos» de los indios seris de Sonora, que honra a la tortuga laúd.