La administración de Joe Biden busca generar 30 gigavatios con proyectos marinos libres de carbono para 2030 en costas de Luisiana y Texas.
El Golfo de México desde hace décadas es un mar de enormes plataformas petroleras. Ahora, el gobierno de Biden quiere plantar allí turbinas eólicas.
Esta semana, el Departamento de Interior de Estados Unidos hizo un llamado a las empresas para que manifiesten su interés por arrendar una zona de 30 millones de acres en aguas de Luisiana y Texas, dentro de una iniciativa para construir 30 gigavatios de energía eólica marina sin emisiones de carbono en toda la costa de EU para 2030.
Será un aspecto nuevo para el golfo, donde los pozos petroleros en alta mar se remontan a la década de 1930 y ahora representan 15 por ciento de la producción de petróleo de EU. Al igual que en el Mar del Norte en Europa, el nuevo gasto en energía eólica puede compensar la disminución de la inversión en megaproyectos petroleros.
La Oficina de Administración de la Energía Oceánica sostiene que la industria del gas y el petróleo “probablemente encabezará el camino”, y señala que algunas de las grandes compañías petroleras —todas con sede en Europa—establecieron objetivos de emisiones netas cero de carbono para 2050. Total Energies, de Francia, y Royal Dutch Shell son algunas de las empresas que han mostrado un interés inicial en una posible ronda de licitaciones de derechos de desarrollo eólico.
John Bel Edwards, gobernador demócrata de Luisiana, dijo que la gran experiencia de su estado en el sector del gas y el petróleo le da “una ventaja estratégica para desarrollar la energía eólica marina en el Golfo de México”. El gobierno federal prevé la venta de arrendamientos en el golfo para principios de 2023. Sin embargo, es probable que los proyectos del golfo queden rezagados respecto a los de las costas del Atlántico y el Pacífico en la fila de desarrollo eólico. Una de las razones es la menor velocidad de los vientos en el golfo y el menor precio promedio de la electricidad en Texas y Luisiana. Un informe del Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por su sigla en inglés) concluyó que “el costo estimado de la producción de energía eólica marina en todos los emplazamientos del Golfo de México está por encima de las oportunidades de ingresos requeridos”, a menos que los costos sigan disminuyendo.
Luego están los huracanes del golfo. Según el NREL, la tecnología de ingeniería de las turbinas tiene “lagunas” frente a los vientos extremadamente fuertes, aunque no son insuperables.
Las políticas estatales también favorecen a las costas este y oeste de EU. Los funcionarios estatales republicanos de Texas, una potencia de gas y petróleo que también cuenta con la mayor industria eólica terrestre del país, en su mayoría guardan silencio sobre la posibilidad de instalar turbinas eólicas en su costa. El gobernador Greg Abbott dijo al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, que “no barra en el desierto” en respuesta a la sugerencia de que Texas debe adoptar aún más su potencial de energía limpia.
Conseguir que “Texas esté un poco más a bordo” la convertirá en una “región mucho más interesante” para los desarrolladores, al tener en cuenta que el estado tiene el mayor mercado eléctrico del país, dijo Lucas Stavole, analista de la consultora Wood Mackenzie.
Por su parte, estados del este como Nueva York tienen objetivos de energía limpia y subsidios para la emergente industria eólica marina y ya aprobaron proyectos.
“Si eres un promotor de proyectos, un estado que tiene mandatos de energía renovable, así como objetivos específicos para la (energía) eólica marina, va a ser mucho más atractivo que el Golfo de México en este momento”, dijo Timothy Fox, vicepresidente de la consultora ClearView Energy. La administración Biden recibió una respuesta “tibia” cuando solicitó por primera vez el interés en los arrendamientos eólicos del Golfo a principios de este año, añadió.
Algunos ejecutivos del sector son optimistas en cuanto a la posibilidad de que la industria eólica acabe plantándose en el centro petrolero marítimo de EU.
Información por MILENIO