ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ
Por fin el Senado aprobó la Ley de Amnistía en lo general, aún faltan las leyes particulares para ponerla en circulación, que seguramente tardará algunos días para su concreción. Pero vale más tarde que nunca, porque ayer también dio inicio de la Fase 3 del coronavirus, donde que habrá una progresión geométrica de contagios que probablemente los reos con posibilidad haber sido liberados a tiempo seguirán en la cárcel (en ese lugar maldito/ donde impera la tristeza/ ahí no se castiga el delito/ se castiga la pobreza).
En efecto, el Pleno del Senado de la República aprobó el dictamen que expide la Ley de Amnistía, con propósito de descongestionar los centros penitenciarios y aminorar el contagio de Covid-19, al interior de los reclusorios.
El proyecto de decreto fue aprobado, en lo general, con 68 votos en favor, 14 en contra y dos abstenciones. La presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, remitió el documento al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales. El dictamen parte del reconocimiento de que muchas de las conductas que mantienen privadas de su libertad a aquellos que las cometieron, no generaron un daño grave a un bien jurídico tutelado, no pusieron en peligro los derechos fundamentales de terceros, ni ponen en evidencia la intención del sujeto activo de volver a delinquir.
Subraya además que también se reconocería que en ciertos casos, el Estado no garantizó plenamente el derecho a un debido proceso de los indiciados o sentenciados. Dicho se otro modo; la amnistía reconoce que las cárceles del país hay personas que pudieran ser inocentes o podrían haber compurgado su pena en libertad o simplemente no han sido juzgados.
Por fortuna en en la ciudad de México y el Estado de Mexico han liberado a presos del “fuero común, 4 mil entre ambas entidades, aunque son muy pocos, porque sus cárceles, como todas las del país, estás rebasan prácticamente el doble presos para el para el que fueron construidas, pero además del hacinamiento, existen condiciones de insalubridad, mala alimentación y copadas por una pésima convivencia entre los presos y entre éstos y las autoridades carcelarias. Por su parte el asesor jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, informó que el Poder Ejecutivo pretende preliberar a 400 reclusos del fuero federal, cuyas edades frisen los 65 años y más. Pero está iniciativa también es tardía y puede ocurrir, como la ahora ley de amnistía, que sea demasiado tarde. Pero nuevo vale más tarde que nunca.
ENTRE TANTO QUÉ SE ESTÁ HACIENDO
Se decretó de amnistía en favor de mujeres procesadas o sentenciadas en tribunales federales por aborto en todas sus modalidades, personas obligadas a participar en delitos contra la salud por sus condiciones de pobreza o por el crimen organizado y ciudadanos que portaban dosis pequeñas de drogas sin fines comerciales. Asimismo, se beneficiará a indígenas que no recibieron una defensa acorde a su lengua y cultura, a presos por razones políticas y a aquellos que cometieron ilícitos menores sin violencia ni armas, por supuesto cuando las personas no sean reincidentes. Esta liberación implica de hecho la aceptación de una ley que despenalice el aborto y la mariguana, que hasta hoy el Congreso les ha sacado el vuelta.
La Ley de Amnistía será procedente en cuanto al delito de sedición, cuando se haya invitado, instigado o incitado a la comisión de este delito formando parte de grupos impulsados por razones políticas, con el propósito de alterar la vida institucional. No aplicará la ley cuando se trate de terrorismo o haya causado privación de la vida, lesiones graves a otra persona o utilizado armas de fuego. La ley mandata al Ejecutivo federal a integrar una Comisión que coordine los actos para dar cumplimiento a esta ley. La solicitud de amnistía será resuelta por ese organismo en un plazo máximo de cuatro meses contados a partir de la presentación de la misma. Podrían beneficiarse a más de dos mil 600 personas con la Ley de Amnistía. Incluyendo a
GRILLAS, PUBLICACIONES Y A VECES ENGAÑOS DE BUENA “FE”.
Estando de acuerdo con la ley de amnistía, no puedo dejar de criticar los dislates del PAN por su intento de rebajar la importancia de esta ley, como tampoco dejar de criticar a Morena por negarse a incluir otros temas en la agenda de esta sesión senatorial, particularmente para examinar todo lo dicho y lo hecho en la implementación de la estrategia para combatir el coronavirus y, asimismo, para dialogar sobre la necesidad de crear un programa de rescate de la economía, cuyos temas son también de vital importancia para los mexicanos.
Tampoco estoy de acuerdo con Carlos Marin, al escribir en su columna: “Ilusa la oposición en el Senado cometió la pendejada de garantizarle quorum al abusivo partido mayoritario para sacar adelante una oportunista y absolutamente innecesaria Ley de Amnistía. La explicable intención de aligerar los penales federales de su población bien pudo resolverse como lo están haciendo algunas entidades con delincuentes, presuntos o reales del fuero común, mediante acuerdos y resoluciones de los poderes Ejecutivo y Legislativo en cada estado”. (Milenio. Carlos Marin, 21/04/ 2020). La ley de Amnistía es necesaria hoy y mañana, y eso lo sabe el autor de la columna Asalto la Razón.
Asimismo, discrepo de la interpretación que le dio Raymundo Riva Palacio a la Ley de Amnistía, sobre todo porque linda en el sospechismo de que existe una actitud de dejar hacer y dejar pasar a los narcotraficantes -y a veces da pie a creerlo por su enrevesado discurso cristiano-. En todo caso habría que estar muy atentos para saber a qué presos del fuero federal van a liberar de las prisiones. En fin…
