Plantea el cobro de una contribución anual a las mil personas más ricas del planeta, para darle apoyos económicos a los más pobres.
El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a la Organización de las Naciones Unidas a “despertar de su letargo” y emprender acciones a favor de los más pobres en el mundo, mediante lo que denominó como un plan mundial de fraternidad y bienestar, el cual adelantó que presentará México.
Durante el Debate Abierto de Alto Nivel “Mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales: exclusión, desigualdad y conflicto”, donde fungió como presidente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el mandatario mexicano señaló que “sería hipócrita ignorar que el principal problema del planeta es la corrupción en todas sus dimensiones”.
“Sería insensato omitir que la corrupción es la causa principal de la desigualdad, de la pobreza, de la frustración, de la violencia, de la migración y de graves conflictos sociales”, sostuvo.
“Estamos en decadencia porque nunca antes en la historia del mundo se había acumulado tanta riqueza en pocas manos, mediante el influyentismo y a costa del sufrimiento de otras personas, privatizando lo que es de todos o lo que no debe tener dueño”, aseguró.
Refirió la distribución de la vacuna contra Covid-19: mientras las farmaceúticas han vendido 94% de vacunas, el mecanismo para países pobres (COVAX) apenas ha distribuido el 6%, lo que calificó de “un doloroso y rotundo fracaso”.
Agregó que en México también “estamos enfrentando el fenómeno migratorio, las acciones fundamentales no son las coercitivas sino las que incorporan al trabajo o al estudio a las personas de modo que no se vean obligadas a abandonar su pueblo”.
Recordó que propuso al presidente Joe Biden aplicar en tres naciones de Centroamérica programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el futuro.
“Si estas dos acciones se aplicaran de inmediato en Guatemala, Honduras, y el Salvador se podría lograr que permanezcan en sus países 330 mil personas”, resaltó. Y añadió: “Pienso que estas propuestas deben ser aplicadas por la ONU”.
“Es importante que el más relevante organismo internacional despierte de su letargo y salga de su rutina, del formalismo, que se reforme, denuncie y combata la corrupción en el mundo, que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta, con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo”, apuntaló.
“Nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo sustancial en beneficio de los pobres pero nunca es tarde para hacer justicia”, opinó López Obrador.
E indicó que México propondrá un plan mundial de fraternidad y bienestar para garantizar una vida digna a personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios.
Precisó que éste se puede financiar con un fondo de tres fuentes: cobro de contribución anual a las mil personas más ricas del planeta; una aportación similar por parte de las mil corporaciones más importantes y una cooperación del 0.2% del PIB de cada uno de los países integrantes del grupo de los 20.
En sus redes, el canciller Marcelo Ebrard detalló que la contribución sería del 4% de los ingresos de las personas más ricas del mundo; además del 4% de los ingresos de las mil corporaciones más grandes:
“El fondo podría disponer anualmente de 1 billón de dólares”, aseguró. Y propuso una tarjeta o monedero electrónico personalizado, que se entregaría tras un censo de los más pobres del mundo.
“Definida la población objetivo, comenzar a dispersar los recursos para pensiones de adultos mayores, niños con discapacidad, becas a estudiantes, apoyos a jóvenes aprendices, así como hacer llegar vacunas y medicamentos gratuitos”, explicó, en una propuesta que se parece a los programas sociales que se aplican en México.
