ELIO EDGARDO MILLÁN VLADEZ
AMLO va haciendo un tiempo récord pero ha perdido el camino. Es impresionante su fuerza de voluntad, quizá se deba llamarse voluntarismo. Me recuerda mucho al infatigable Luis Echeverría y los comparo, porque soy un huellero profesional, por ello aún y todavía puedo ver cómo se cruzan sus pasos de Sonora a Yucatán, del océano Pacífico al Océano Atlántico. Quizá Ambos le dieron crédito a medias al poema cantares de Machado, porque en versos canta: Caminante, son tus huellas, el camino y nada más/ Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Un Dicho popular les hubiera ayudado mucho: “no por mucho madrugar amanece más temprano”.
Dejemos a Echeverría. Tanta era su apuro de AMLO que empezó a gobernar cuando era presidente electo y además como es prisionero de la prisa, no le importaron los medios de los que habla Max Weber. Miré si no es cierto le dio matarile al NAIM en una consulta a la mano alzada el 28 de octubre del 2018, aún le cuando le faltaba un mes para asumir la presidencia, que el primero de diciembre del mismo año. Y así siguió quitando y e imponiendo proyectos a malo alzada y proyectos en lo oscurito. De me vuelvo acordar de Echeverría…
Pero como lo domina la acrofobia le hacía fuchi a la Constitución con los acuerdos fuera de toda normatividad, también empezó a quitarse de encima a las comisiones reguladoras, a las organizaciones de la sociedad civil, les apretó a sus diputados y senadores morenistas, con el objeto de que el Congreso le aprueben ipso facto sus leyes y decretos y…, aunque estén mal escritos y sin sustento; pero además progresivamente ha ido inundando a sus fieles al Coneval, la Suprema Corte, al Tribunal Federal Electoral, al Instituto Federal Electoral y tutti cuanti…
Y por si fuera poco ha vapuleado a los empresarios malos; sí, a esos que han hecho fortuna no pagando impuestos o consiguiendo a través alto niveles de corrupción que hacían en connivencia con los políticos que encarnaban en cada sexenio la mafia del poder, excepto a Slim y Larrea, que han sido sin ambages quienes más se han beneficiado con las trácalas de estos pillastres y los políticos en los sexenios del PRI y del pan. Este fuego cruzado contra los empresarios ha tenido un resultado fatal: los exabruptos del gobierno hicieron que bajara la inversión que se manifestó en una desaceleración que trajo como consecuencia un crecimiento del -0.i% del PIB.
Ha molido a golpes con su verba encendida e incendiaria a la prensa fifí, por conservadores y demás calificativos descalificativos. Recientemente acusó al periodismo mexicano de haberse corrompido y dijo que ni es profesional, ni independiente, ni ético. En efecto, durante su conferencia de prensa matutina consideró que ya no ha habido tantas noticias falsas. El mandatario mexicano aseguró hoy que “ya la gente no les cree a quienes mienten, exageran. ¿Ustedes creen que no aburre abrir un periódico: El Universal o Reforma, por ejemplo, no se encontraron nada bueno del Gobierno? Todo mal. Todo mal. No sólo las notas, los articulistas supuestamente independientes, todos”.
El prócer de Macuspana es la prisa de la prisa tanto en lo que siente y piensa, como en lo que habla y hace. Es para decirlo entre bromas y entre serio: es un Spide Gonzáles de siglo 202I mexicano. Es un Bulldozer dirían en mi rancho. Y hoy ante la crisis económica, de salud y de seguridad que padecemos, pretende convertirse en nuestro “Hermano Mayor”, en una especie de dictador presupuestal, como lo señaló Aguilar Camín en su columna de hoy; claro. si el Congreso le aprueba su ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que palabras o palabras menos, López Obrador reinará en la patria del Cuauthémoc como se lo ha propuesto desde que emprendió su primera campaña a la presidencia en el 2006.
