La medida se suma a que los no inoculados tendrán prohibido el ingreso a comercios no esenciales, así como restaurantes y lugares de ocio.
Alemania decidió aumentar las restricciones contra las personas no vacunadas contra el covid-19 imponiéndoles prácticamente un confinamiento en el que no tendrán acceso a comercios no esenciales, restaurantes, lugares de culto y de ocio, e implantará la vacunación obligatoria previsiblemente a partir del próximo febrero, anunció la canciller saliente Angela Merkel.
Estas nuevas medidas se tomaron tras la reunión entre la canciller saliente, el sucesor en el cargo, Olaf Scholz, y los dirigentes de las 16 regiones.
Los clubes y discotecas deberán cerrar a partir de una incidencia acumulada de 350 nuevos contagios por cada 100 mil habitantes en siete días.
Igualmente, a partir de este valor de referencia, el aforo de encuentros privados de personas vacunadas o sanadas quedará reducido a 50 personas en interiores y 200 en exteriores.
En tanto, en las escuelas volverá a ser obligatorio el uso de la mascarilla.
«Todas estas medidas son estándares mínimos», dijo Merkel, y agregó que los estados federados tienen libertad de imponer restricciones más estrictas.
Se trata, agregó Merkel, de «un acto de solidaridad nacional» con el objetivo de reducir las cifras de contagios y la presión al sistema sanitario.
La canciller saliente señaló que la validez del pasaporte covid se acortará a nueve meses tras haber completado la pauta completa, por lo que recibir una dosis de refuerzo es ahora importante.
Al mismo tiempo aseguró que habrá un tiempo suficiente de transición para que todos puedan recibir a tiempo la tercera dosis.
Agregó, además, que el Bundestag (cámara baja) debatirá y decidirá sobre la obligatoriedad de la vacuna, que podría entrar en vigor, precisó, a partir de febrero del año que viene, al tiempo que informó que se implicará en el debate a una comisión ética.
El futuro canciller, por su parte, calificó las medidas de «correctas y necesarias» y subrayó la importancia de ser «claros y precisos».
Llamó a la población a vacunarse contra la covid-19 y señaló que las consecuencias de no hacerlo son visibles en Alemania.
Aludió al «ambicioso objetivo» de administrar hasta final de año 30 millones de vacunas, un «gran desafío logístico», reconoció, y se mostró convencido, además, de que el Parlamento llegará a la convicción de la conveniencia de hacer obligatoria la vacuna contra el coronavirus.
Esta restricciones forman parte de la regla 2G, con la cual Alemania busca frenar la ola que hay de contagio de covid-19, especialmente luego de que se revelara la nueva variante ómicron, la ya reportaron casos en el país europeo.
Las medidas se aplicaran además mientras que en Alemania, el Bundestag (Parlamento Federal) elegirá el 8 de diciembre como canciller al socialdemócrata Olaf Scholz, poniendo así fin a 16 años en el poder de Angela Merkel, anunció la cámara baja.
Scholz, de 63 años, debe ser elegido por una mayoría de 736 diputados del Bundestag, antes del traspaso de poderes el mismo día con la canciller saliente.
Precisamente el eventual nuevo canciller ha sido uno de los más fervientes políticos en favorecer restricciones más severas ante el covid-19, entre ellas está su aprobación a la idea de la obligatoriedad de la vacuna contra el coronavirus en el país.
Información por MILENIO