El presidente electo de Argentina afirmó que dará un bono selectivo a la población más necesitada
Alberto Fernández se dirigió a los medios de comunicación antes de la toma de posesión como presidente de Argentina.
Fernández aseguró, en una entrevista a Radio con Vos, que el escenario económico que enfrentará Argentina es muy difícil, pero remarcó que el rumbo va a cambiar.
El jefe del Estado se mostró preocupado por la herencia económica que recibirá de Mauricio Macri: «El escenario que tenemos es muy feo y difícil por donde se le mire. 4 de cada 10 argentinos son pobres«, expresó.
«El problema es grande y tenemos que ir despacio. Lo que tenemos que saber es que el rumbo que tenía el país va a cambiar», dijo Fernández.
Apeló a una metáfora para graficar el cambio que tendrá la política económica del país con la llegada del gobierno del Frente de Todos.
«Lo hablamos el otro día con Cristina Kirchner. El colectivo iba a 200 kilómetros por hora hacia el precipicio, frenó y empezó a girar hacia otro rumbo», agregó.
También habló sobre el problema de la deuda y recordó: «Aunque Macri lo llamó reperfilamiento, las consultoras internacionales lo llamaron default técnico».
Fernández reiteró que desde hace varias semanas está trabajando con el Fondo Monetario Internacional para llegar a un acuerdo. «Confío en que vamos ir avanzando con el FMI», dijo.
Ayer, el nuevo presidente trazó un duro diagnóstico sobre la situación económica y advirtió que el riesgo de default es muy alto.
Fernández anticipó que pretende que el aumento a las jubilaciones se concrete antes de fin de año. «El monto lo estamos viendo, también estamos viendo las cuentas públicas que son un desastre» , afirmó.
El presidente no descartó un bono selectivo para los sectores más postergados ni una suba de las retenciones a las exportaciones.
«Voy a trabajar incansablemente para que haya menos pobres, para que todos tengan trabajo y para que desaparezca el hambre de la Argentina», apuntó.
Prometió que buscará terminar con la denominada grieta, sin persecución ni venganza en su gobierno.
«A los que tienen miedo a la persecución y la venganza, no van a contar conmigo para eso. No creo en eso, he vivido y no la he pasado bien con ese tipo de lógica», señaló en tono conciliador. «En mi gobierno no habrá ni persecución ni venganza», continuó.
La corrupción: «No vengo a dictar amnistías ni indultos. No esperen persecución ni represión».
El rol de Cristina Kirchner: «Está ayudando mucho. No tiene sentido ver otra cosa».
Suba de retenciones: «Vamos a hablar y encontrar una solución a los problemas que tenemos. Uno es el déficit fiscal que es muy alto. No vamos a imponer nada».
Su discurso ante la Asamblea Legislativa: «No creo en la política de las promesas. Hablemos menos. Yo voy a trabajar para que todos tengan trabajo y para que el hambre desaparezca de la Argentina».
Fuente: El Economista